PABLO PORRO: «Ritornello»

 
Se fue secando la vida
como si fuera un desierto,
la vida que me convida
su desconcierto.
 
Hoy evoqué a la palabra
como quien habla de un muerto.
Sentí su prisa macabra
y el desconcierto.
 
Quisiera quedarme quieto
en este páramo incierto
mirando como un objeto
mi desconcierto.
 
El páramo es el poema
debajo del cielo abierto,
la intimidad y mi lema
mi desconcierto.
 
En él puedo ser quien sabe
soñarse como un experto,
como una nube o un ave
sin desconcierto.
 
Como una nube o un ave
volando sobre el desierto.
A veces parece suave
mi desconcierto.
 
Pero despierto otras veces
pensando que no despierto,
entonces se alza con creces
mi desconcierto.
 
Es cuando se va la vida,
la vida que yo pervierto
como una fábula herida
y un desconcierto.
 
Se va flotando en la blanda
blancura del boquiabierto
destino que anda y desanda
mi desconcierto.
 
Flotando como un amigo
tendido, pálido, yerto,
que padeció lo que digo
y el desconcierto.
 
¿Seré yo mismo el amigo
y aún no lo sé, no lo advierto?
¿El que está muerto, el testigo
y el desconcierto?
 
¿Seré yo mismo el que sueña
acurrucado, encubierto?
¿El que en el canto se adueña
del desconcierto?
 
Me fue llevando la vida
a esta revista. Lo cierto
es que la inventa, la olvida
mi desconcierto.
 
En Devenir 111
halló mi lírica un puerto
y un mármol lívido, un bronce
mi desconcierto.

Pablo Porro, poeta. Nació en Buenos Aires en 1976 y creció en Junín, desde hace quince años vive en Zárate a la vera del río Paraná. Fue verdulero, mozo, repositor de supermercado, hornero, cocinero, mecánico de autos, vendedor ambulante, jardinero… Actualmente dedica sus empeños al olvidado arte de la filatelia.