Me he puesto a hacer buñuelos
como si estos dedos nudosos
-que tanto se parecen a los suyos-
fuesen las manos blancas de mi madre.
La fritura trae su ola
de amoroso refugio de pobres
o cierto tarareo que he olvidado
La lluvia se empecina y dice:
te faltan los trocitos de dulce de membrillo
que él ya no probará.
De Lo que persiste
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Aspiro el crujir de las cebollas
el tuco llega a su punto lentamente
una satisfacción premonitoria
te levanta sobre su roja ola
Más allá
un cuchillo sin filo
se hunde
una
y
otra vez
en la carne inocente
para que sea posible
De Lo que persiste
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Demasiado extasiada
muerdo
la manzana
perfecta
roja
lúbrica
insolente
No soy Blancanieves
mas
palidezco
ante
el
fragor
del
glifosato.
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a Gino y Stella
Yo vi temblar la poesía
en el fondo encebollado
de tu corazón servido
en tierno pan cebollado
La vi temblar mientras
se hundían tus manos
agradecidas en la tierra
para darnos
un aliento de lechugas
que nos bendijeron
para siempre
La vi temblar
cuando el Poeta
compartió la mesa
en la garganta
de los compañeros
Vino oscuro
y estrellas
para cubrir
los hombros
tiernos
como quinotos en almíbar
de la poesía
que temblaba.
De Lo que persiste
Alba Murúa, poeta. Nació
en Buenos Aires y vive en el oeste del conurbano bonaerense. Es
profesora de lengua, literatura y latín, además de coordinadora de
talleres literarios. Formó parte del colectivo cultural Malapalabra.
Publicó: Lejos del Paraíso. Laferrere: Piedra al Cielo, 2015. Algunos de
sus poemas han sido incluidos en: Hasta la vida. Buenos Aires: ECuNHi
Ediciones, 2016; Alto Guiso –Poesía matancera contemporánea-, Buenos
Aires: Leviatán, 2017, entre otros. Forma parte del comité editorial de
la Colección Alto Guiso de Editorial Leviatán.
www.albamurua.com