Hubo tanta intensidad
cuando te soñé
que en un sortilegio lunar
te hice realidad,
pero no te toco
para no romperte
***
Desintegrado mundo
de azul subterráneo
que enlaza lo perdido y lo real
Sucesos de paredes
derruidas
en cuadros sin pintar
Marco de lo posible,
albergue de lo imposible
Narcótico espacio atemporal
donde me sumerjo
Vi la muerte a un lado de mi
Transparencia en su ropaje ámbar
Tersa la piel, de seductora boca
Giro
Caigo
Corro
Lloro
Siento
Vuelvo en mí
Agónico renacimiento
el de la noche
donde la vida,
desencajada, despierta
Abriendo el telón
a inquietantes certezas
No queda nada por guardar
Sólo los sueños
Lo que no fue
será cierto.
***
El sol se fue
y la noche se abraza entre palabras y olvidos
Callan los miedos escapando a través del silencio
Hablaremos, dijo
lejos de aquí
tan lejos
hasta que lo dicho
vaya perdiendo el sentido
Ecos de voces llaman
y se diluyen en una lágrima
como el color de una témpera
en el agua
Todo se torna oscuro
Noche y sueños
***
Tuve un sueño una tarde de invierno tan gris, que lo perdí de vista
Fui hasta la esquina en su búsqueda, la inmensa niebla ocultaba la salida a la realidad
Creí verte y alcé la mano
Una fuerza feroz tiró de mi con el ímpetu del oleaje en altamar
Quise escaparme
El agua me atrapaba
Te perdí
Apareciste corriendo, una máscara tapaba tu cara
Una chispa.
Un estallido
Todo vos eras fuego
Tuve un sueño una tarde de invierno.
***
Tiempo de desconocerse
Ocaso de la espera
Nuestras pieles rieron juntas
en ese fragmento
en que la luna y las estrellas
vuelcan su influjo
El cosmos nos hizo un hueco
en el turbulento devenir de los sueños
Alejandra Marín, poeta y música nacida en Plaza Huincul, Neuquén; actualmente vive en La Plata.
alejamar22@gmail.com