risueñor en el deseo
águila entre las sábanas
ande el sueño se levanta
genio ludus de mi garganta
ven y vence al rictus
de esta percanta
bésala en la boca
muéstrale
manos de niño cómo
romper esta roca
manos
que juegan en los bordes de mi cama
ande el silencio se hace eco en mi palabra que te llama
vente
te chiflo rantiflana
anda che
no te vayas a dormir,
hombre dulce hombre cigarra,
que tu risa es la amalgama
de los cantares quitapenas
que seducen por las buenas mis tiernas madrugadas
minutitos picarones en tinto y baba nácar
cuando el viento fulerón entra sin asco por la ventana
del escote del marote
moscas tábanos entrañas
culebras en el patio encajetado de mi
alma
se piantan entre el pensamiento
picando todo lo que siento
y en el cuore los muy ingratos de pura raña
no me dejan nada
señor niño hombre guitarra
che
que me amparas con tu jugueteo
que toca alivio en mis horas niñas mis horas malas horas de acero
vuelve desvélate entre mis pestañas de salvia blanda
ande el recuerdo de los más lieros
fotones malevos
en los fogones frescos
que prenden mi luminosa alma
siguen intactos nunca ortibados por los rencores de vida maula
toca la puerta ande mi deseo
anda
saldré a jugar en cada desvelo te lo prometo
verás
de amor a amor lo que planteo
hacerse amigo del que padece
leerme
en cada frase lo que parece
pecho de paso revoloteado
más una súplica amigable
que un recreo en pleno verano
Niño guitarra hombre risueño
de mis sentires recónditos alegres
vos que bailas conmigo cuando el todo me llueve
vení sentame en tu regazo
que así unidos cálidos bobos mansos
como jóvenes almas antiguas
jugaremos a la tierna escondida
que nos salva de todo este plomazo
Éxitos papelones fracasos
los bajamos juntos de un hondazo
el resto
ecos nomás son de lo que se avecina
en cada puerta en cada esquina
una paloma hambrienta y un abrazo
es lo que precisa mi espíritu a la intemperie
para burlar las fases del ocaso
mandar a dormir a quién, amigazo
alma de sonajero venimos sonando
aunque la siesta cada tanto nos reprenda
de atorro hasta ayer
recién nos estamos despabilando
Camila Luz Farías, poeta y cantora nacida y criada en el oeste de la provincia de Buenos Aires, barrio de Caseros, en los años noventa. Amante del lunfardo y del tango.
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