Camila Luz Farías: «Ruiseñor en el deseo»

risueñor en el deseo
águila entre las sábanas
ande el sueño se levanta
genio ludus de mi garganta

ven y vence al rictus
de esta percanta

 bésala en la boca

muéstrale
manos de niño cómo
romper esta roca

manos
que juegan en los bordes de mi cama
ande el silencio se hace eco en mi palabra que te llama

vente
te chiflo rantiflana
anda che
no te vayas a dormir,
hombre dulce hombre cigarra,

que tu risa es la amalgama
de los cantares quitapenas
que seducen por las buenas mis tiernas madrugadas

minutitos picarones en tinto y baba nácar

cuando el viento fulerón entra sin asco por la ventana
del escote del marote
moscas tábanos entrañas

 culebras en el patio encajetado de mi
alma
 se piantan entre el pensamiento
picando todo lo que siento
y en el cuore los muy ingratos de pura raña
no me dejan nada

señor niño hombre guitarra
che
que me amparas con tu jugueteo
que toca alivio en mis horas niñas mis horas malas horas de acero
vuelve desvélate entre mis pestañas de salvia blanda
ande el recuerdo de los más lieros
 fotones malevos
en los fogones frescos
 que prenden mi luminosa alma
siguen intactos nunca ortibados por los rencores de  vida maula

toca la puerta ande mi deseo
anda
saldré a jugar en cada desvelo te lo prometo
verás
de amor a amor lo que planteo
hacerse amigo del que padece

leerme
en cada frase lo que parece
pecho de paso revoloteado
más una súplica amigable
que un recreo en pleno verano

Niño guitarra hombre risueño
de mis sentires recónditos alegres
vos que bailas conmigo cuando el todo me llueve
vení sentame en tu regazo
que así unidos cálidos bobos mansos
como jóvenes almas antiguas
jugaremos a la tierna escondida
que nos salva de todo este plomazo

Éxitos papelones fracasos
los bajamos juntos de un hondazo

el resto

ecos nomás son de lo que se avecina
en cada puerta en cada esquina
una paloma hambrienta y un abrazo

es lo que precisa mi espíritu a la intemperie
para burlar las fases del ocaso

mandar a dormir a quién, amigazo
 alma de sonajero venimos sonando

aunque la siesta cada tanto nos reprenda
de atorro hasta ayer
 recién nos estamos despabilando

Camila Luz Farías, poeta y cantora nacida y criada en el oeste de la provincia de Buenos Aires, barrio de Caseros, en los años noventa. Amante del lunfardo y del tango.
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