Un día fui hermosa en parís no un día una tarde fui hermosa en parís lloré en el reflejo de una vidriera mi perfil imperfecto el pelo enredado él mirando y sacándome fotos lo vi a él y a mí en él a mí en él reflejada hermosa movió los labios y sin emitir sonido dijo te amo me quedé inmóvil lo miré de frente los ojos abiertos sin decir nada subí una ceja que dijo no entiendo movió la boca modulando en silencio te amo me quedé inmóvil hacía un mes que viajábamos juntos nunca nos habíamos besado caminé en línea recta mirando mis pies avanzar uno dos cuatro doce pasos hasta llegar a sus pies lo abracé muy fuerte no supe besarlo ¿por qué ahora? ¿por qué? ahora lo sé dijo no sé cómo lo sé pero lo sé dije yo también me sentí tonta y bella escuché campanas olí perfumes pensé en la guerra vi todo en blanco y negro nos besamos como si ya nos hubiéramos besado muchas veces nos besamos y nos amamos y dijimos siempre tendremos parís cogimos en un hotel media estrella fuimos al pompidou caminamos de noche y nos perdimos tomamos vino comimos brie reímos hasta llorar y sin embargo no alcanzó no alcanzó el amor se fue yendo como el barco que pasea con turistas por el sena pasó dejando una v corta dibujada en el agua las olitas que forman la v corta luchan por volver a juntarse cuando se mueven reflejan luces que me hacen cerrar los ojos como cuando beso el amor pasó como ese barco dividió las aguas un ratito y aunque fuimos olas de v corta luchando por juntarnos no alcanzó no alcanzó parís ni el louvre ni venecia ni estocolmo nos fuimos yendo como un barco de turistas que huelen a flores dulces empalagosos hablan a los gritos y usan gafas de sol con patillas doradas como un barco de turistas con cámaras de fotos colgándoles del cuello dispuestos a decir que sí a cualquier oferta a sorprenderse a recopilar datos de una ciudad de la que solo podrán recordar el nombre confundirán detalles con otras ciudades igual de bellas que no tienen el sena y olvidarán el nombre del conserje que tan bien los atendió la dirección del bar al que juraron volver una esquina preciosa y única con otra igual pero en roma o en alguna de las cuarenta y tres ciudades que recorrerán en un tour de siete días comprando postales que jamás van a escribir como un turista entusiasta y agotado mi memoria mezcló todo borró todo como en volver al futuro me fui evaporando de las fotos y nadie llegó a tiempo para frenar la erosión como un turista en tour de turista en viaje de turista por momentos creo que lo mejor será ponerlo junto a las guías a los tarritos de shampoo y jabones de hotel a las servilletas de los bares que me gustaron a los boletos y las piedras y ahora intento recordar detalles mínimos detalles cositas gestos reflejos que me hicieron ser hermosa una tarde en parís y llorar y no tengo un estante una caja donde poner un latido un aliento el dedo torcido de un pie luna punta de lengua detrás de la oreja un mechón de pelo sacado de la boca el olor ácido del líquido revelador la marca de una vacuna en el hombro las pupilas una espalda la tibieza siempre disponible de dos manos grandes un nombre hoy llueve
Carolina Lesta, poeta.