También y mal colado junto al bronce de toda escultura de Botero va mi corazón impuro como si fuera el sacrificio del arte contemporáneo no pide ni quita manipulador elocuente maravilloso órgano seccionado de un mamífero a diario se mueve como si latiera entre los kilómetros de magia mal habida que hay entre Brooklin y Wall Street no mide en millas ni en dólares la carga pesada de su migración ni en barcos siquiera todo el destino que provoca llega en penas como si fuera el lamento de los pescadores sicilianos apostados en los muelles del downtawn buscando atravesar con la mirada la llama eterna de la estatua de la libertad pero su felicidad apenas alcanza para llegar a Staten Island siempre que el viento sur mantenga el cielo despejado huelo a pez muerto como la primera vez que hice puerto descalzo cansado de navegar a oscuras no recuerdo el viajero que fui el transeúnte esquivando taxis y relámpagos me infiltro en la caravana de super héroes que ofrecen posar para la foto en Time Square "pichtur pichtur" con una pronunciación más desventajosa que la que intento le sacan unos dólares a un grupo de turistas al tiempo que piden que el Hombre Araña bese a Blanca Nieves y la despierte del bad dream en que quedó después de morder la Gran Manzana y así todos a los saltos con música de no sé que cosa alrededor más bien de fondo /ya es noche el baquero del rock se vistió y abandonó la calle y Batman fue arrestado 10 kilómetros buscando donde descansar esquivando el Central Park y el hueco que dejaron las Torres Mellizas no sé quién recibirá mi sombra nadie acepta mi destino huelo a pescado todavía y todavía no es invierno será mejor será poesía volver entre esas luces que jamás se apagan pero detengo mi marcha no soy más que el cansado perro de siempre que ahora mea con cuidado los rincones de las grandes tiendas "triste destino el del perro argentino" no sé de qué moriré acá toda tierra es sagrada sino es por religión es por dinero: igual dogma con distinto predicador la noche se alarga entre el vapor de las alcantarillas y un saxo viene acercándose el jazz es una religión que respeto ¿será mejor morir entre standards? ¿morir entre el baho de tabaco para armar? ¿entre improvisaciones? voy a los bares como voy a la guerra al amor a la poesía a las caricias sacudo mis pulgas para bajar al sótano desde donde pondré mi poesía a tiro no hay que dejar New York sin antes beber al amparo de una sordina disimulo mi mala entonación de Mundo Maravilloso para que no se advierta que malgastó su dinero quien me invitó este whisky con el que me estoy emborrachando y lloro. Gran Satchmo protege mis sueños que esta noche me quedo despierto hasta morir. /el whisky es Jack Daniel's Sinatra para datos sin importancia. /// Escribir me conecta con mi anciano interior de ahí es que rengueo de algunos versos como hacía mi padre que no escribía me falta luz agua fama guerra prestigio al fin sobran dolores y quejas los huesos chillan son haikus que jamás escribiré cuando la vista se aclara metáforas que no olvidan mi desolación dejan a resguardo arrugas canas prescripciones médicas y así voy de la mano del anciano que ayuda a cruzar la calle al niño interior que traigo de otro poema en una esquina cualquiera confundiré los colores las estaciones del año y del Subte el perfume si es que aún conservo el olfato alertará el camino una misma fragancia tal vez confunda mis pasos rumbo al cementerio.

Daniel Quintero, poeta, escritor.
Muy bueno, como Daniel nos tiene acostumbrados.