Gabriela Suazo: «El camino del loco»

Ya no recuerdo el año exacto, pero sé que era verano y teníamos ganas de todo al mismo tiempo. Tan jóvenes que ni siquiera importaba mirar el reloj para saber la hora. Mi amiga Nati y yo tuvimos la ocurrencia de visitar a una tarotista para que nos revelara alguna pista sobre nuestro destino. Nuestras mentes estaban inquietas y no teníamos ni puta idea de qué queríamos hacer de nuestras vidas. No teníamos rumbo, ni caminos claros, tampoco indicaciones. Nati me había hablado de lugares lejanos, de cruzar océanos, de conocer otros paisajes y suelos donde acostarnos a contemplar las estrellas. Qué locura, pensaba yo, irse tan lejos.

Finalmente llegamos a nuestra sesión con la tarotista. La primera carta que Nati recibió fue «El Loco», la carta cero. Representa un viaje, pero no necesariamente con un destino definido. Podía simbolizar la disposición a adentrarse en nuevos caminos y aventuras sin estar seguro de hacia dónde conducirían. La tarotista le dijo: «Tenes que ser como el Loco, aventurarte hacia lo desconocido y recorrer nuevos senderos». Terminamos la sesión y nos fuimos un tanto desconcertadas.

Invite a Nati a casa, le dije que pasáramos por la panadería que estaba en la avenida Gaona para comprar unos bizcochitos para el mate. Recordé que mi mamá tenía un libro de tarot en la repisa, así que nos pusimos a investigar más sobre «El Loco». La representación de un hombre con una mochila y un perro cautivó a Nati. Veía en esa imagen la manifestación de su propio deseo.

El libro decía así: Esta carta sugiere la idea de explorar terrenos desconocidos y ganar experiencia a lo largo del camino. Se asocia con la idea de aprender a través de la travesía misma. También puede representar la confianza en el universo y en la idea de que, a pesar de la falta de un plan concreto, todo saldrá bien en última instancia. Esta carta es un recordatorio de la importancia de ser espontáneo y de liberarse de las restricciones autoimpuestas. Puede indicar una actitud despreocupada hacia los caminos y las elecciones. Representa la energía creativa y desordenada que puede surgir al comenzar algo nuevo. En resumen, «El Loco» se relaciona con la aventura, exploración y la voluntad de animarse a lo desconocido. Puede sugerir la importancia de mantener la mente abierta y de estar dispuesto a aceptar lo que venga en el viaje de la vida.

Nati me miró y dijo: «Tengo que irme». Esa misma tarde ya tenía los pasajes. La despedida de una amiga que no volvería a ver en mucho tiempo se acercaba.

Muchos años despues nos volvimos a encontrar en el Café Tortoni. Nati me contó de todo: los lugares que había visitado y cómo había trazado su propio camino para llegar a ellos. Siguió su intuición, estudió mapas y se armó carteles con el destino escrito para caminar por los costados de las rutas, en busca de oportunidades que la acercaran más. Compartió experiencias con otras almas viajeras, abordó trenes, colectivos y todo tipo de transportes, se abrió paso a través de montañas y valles. En cada paso, enfrentó desafíos y oportunidades que jamás había imaginado. Me relató la vez que se armó un refugio para dormir en la playa, probó frutas desconocidas y aprendió al menos 10 formas de decir «buenos días» en otros idiomas. Me habló de pueblos donde los monos robaban el bronceador del bolso de los viajeros distraídos y que las personas tomaban sopa en el desayuno. Aunque experimentó momentos de incertidumbre y duda, la carta del Loco continuó guiándola.

Todas sus historias me dejaron fascinada. Siempre había pensado que mi amiga estaba loca, pero ese día entendí por qué. Nati personificaba al arquetipo del Loco, no solo representando por la búsqueda de nuevos caminos, sino también la valentía de enfrentar lo desconocido con el corazón abierto. Me demostró que a veces es necesario ser un poco «loco» para encontrar el camino que realmente nos llena de alegría y significado. Me enseñó que construimos el nuestro con acciones, aprendizajes, nuevos intereses, abrazos, lágrimas y momentos de belleza. Y que a veces, en los viajes más osados, encontramos nuestro camino más auténtico y significativo. Al igual que «El Loco» en el tarot, quizá necesitemos dejar atrás lo conocido y abrazar lo desconocido para descubrir nuevas pasiones y oportunidades en la vida. Me enseñó que hay un montón de caminos diferentes para elegir, y que lo que realmente importa es animarse.

Gabriela Suazo, escritora, reikista, estudiante y pensadora diletante de astrología y tarot.

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