
“El pibe salió boxeador”, Gaia Orbe. Publicado en http://www.amazon.es/ En formato papel o la versión Kindle que será gratuita por tres meses.
«En este relato honesto, autocrítico y gracioso, dos hermanos narran su historia personal desatando los nudos del accidentado camino de ser una familia que desafía la discapacidad. El hermano recuerda con precisión los detalles de su vida, aunque parece no estar escuchando en absoluto. La hermana pone palabras que van más allá de los estereotipos médicos y la educación especial. Mientras juntos se enfrentan a los miedos de aceptar a alguien, que se expresa diferente, se dan cuenta de que, un sueño no termina, solo necesita ajustarse.» (Virginia Janza)
Resulta que decían que el pibe era autista. Resulta que decían que nunca iba a hablar. Resulta que en su familia a nadie le interesaba el boxeo. Le regalaban autos y pelotas. Resulta que no leía ni escribía. Pero un día habló. Años más tarde eligió ver boxeo. Y se aprendía nombres de boxeadoras y boxeadores. Y un día estaba leyendo con el dedito apoyado en la tele, la traducción de una entrevista a Tyson. Entonces fue escuchado con atención. El pibe tenía un sueño. Su sueño era salir boxeador. Y un día se calzó sus propios guantes y lo cumplió.
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Valientes hermanos
—¡Pará! Me hace mal cuando hacés crujir los dientes. Tu libertad termina
cuando empieza la mía. Necesito silencio. Aprendé a entretenerte solo. Pintá un mandala, dibujá, leé, mirá la tele, descansá…
No me dejó terminar, se enfureció y a los gritos me dijo:
—No quiero pintar, no me gusta pintar mandalas. ¡No quiero!
Casi me muero de la risa. Nunca lo había escuchado expresarse con tanta
vehemencia. Pero no me reí y le respondí:
—Hacé lo que quieras. Sos como tu padre.
Entonces nos reímos juntos, cuando él aseguró:
—Soy un hincha pelotas como el padre.
¿No era que este pibe tenía dañado el centro de las decisiones?
¿Qué pasa que ahora elige? Elige la ropa que se compra, la que se pone. Elige lo que hace. Además, como cocina él y a mí me da lo mismo, comemos lo que él quiere. Si algo no le interesa pone cara de nada, habla de cualquier cosa, haciendo uso de su repetición de palabras o frases que alguna vez escuchó. Parecería que estas frases aparecen al azar y de manera involuntaria. Pero no, son repeticiones que se relacionan con algo que él quiere hacer. Finalmente solo hace lo que le gusta. Este es un zorro, como el padre.
¡Qué cosa! Nosotros no decimos ni dijimos nunca papá o mamá. Para esta hermandad, nuestros padres son el padre y la madre. Tenemos claro, como dice Martín,que los dos nacimos “de la panza de la madre y con el padre” y por eso somos hermanos.
Sin embargo, si él me habla a mí, me dice tu padre o tu madre; y si yo le hablo a él, le digo tu madre o tu padre. ¿Cuál de los dos habrá impuesto este código? No lo sé.
Gaia Orbe, escritora, docente, farmacéutica, radialista, viajera. Socia fundadora de la cooperativa de servicios de comunicación La Taba. Escribe la columna mensual para Revista la Taba y Relatos domingueros en IG: @cooperativalataba. Realizó Crónicas Gaia en las radios Gráfica y Hache. Actualmente es colaboradora permanente de la revista digital de cultura Devenir 111. Publicó Cartas a Nashira. El camino de las sombras largas (Novela.2014). Hágase la luz (Relatos.Antología.2017) Hechizo de jazmines (Relatos. España. 2019). Poemas: Muñecas en el libro Carta al fin del mundo (Cuatro hojas, España 2020). Femenicidio en el libro El Mago (Cuatro hojas, España. 2021). Kereru en Cuaderno de artista (Cuatro hojas, España. 2022). Remolino de viento en Musa (Cuatro hojas, España. 2023) Además publicó la nouvelle “Ninguna noche en Calicut” (GES, Argentina. 2021).