“Es que una no es la misma después de ese nacimiento. Se parte de una para ir a otra versión de vos misma.”
Devenir111. -A la hora de los hechos, ¿nos podés contar en qué consiste tu trabajo, cuáles acciones y facetas están implicadas?
Paula. -Depende del sistema público o privado en el cual trabaje. No se realiza el mismo trabajo. Desde el control prenatal hasta en el puerperio, la lactancia. Acompaño en los trabajos de parto y durante el parto o cesárea. Es bastante amplio mi trabajo.
Devenir111. -Como partera: ¿En qué momento tomás contacto con la mujer que va a parir? ¿Participás de todo el proceso del embarazo?
Paula. -En el sistema privado conozco a la mamá desde el taller prenatal, luego las acompaño en el día del parto. Cuando comienza el trabajo de parto, la embarazada se pone en contacto conmigo.
Devenir111. -¿Te toca trabajar con diferentes obstetras? ¿Notás diferencias en los procederes?
Paula. -Sí, trabajo con varios obstetras. Y si, son muy diferentes, pero así también las parteras somo distintas. Algunos obstetras les gusta más el parto, otros se sienten más cómodos realizando cesáreas.
Devenir111. –A propósito de lo que decís, se rumorea que hay cierto exceso en el parto por cesárea vinculado a un negocio monetario. ¿Mito o realidad?
Paula. –Mito; porque se paga más equipo médico, instrumentadores, ayudantes, etc. En el parto son solamente Médico/a Obstetra y Partera.
Devenir111. -¿Recordás cuándo, nos contás cómo y por qué surge en vos el deseo de ser partera?
Paula. -Al terminar la secundaria estaba entre ser maestra de nivel inicial y Lic. en Obstetricia (partera) y tuve una charla “entrevista” con la partera de mi hermana, y me encantó todo lo que me contó. Y tomé la decisión de seguir la formación. Luego del CBC y 4 años de carrera me recibí. Realicé la residencia y me sigo formando y actualizando con cursos y talleres. La formación académica no termina.
Devenir111. –En el transcurso de tu función, ¿qué te pasa a vos, qué sentís ante ese acompañar y colaborar en cada nacimiento?
Paula. -Me gusta mi trabajo. Me gusta que no sea rutinario. Cada mujer, cada nacimiento, es totalmente diferente. Me gusta ser parte del gran día, de un gran evento para la mujer, para la familia. Se siente en el cuerpo la oxitocina de haber estado acompañando, sosteniendo en algunos casos, y eso es muy lindo.
Devenir111. –La palabra “parto” forma parte de la conjugación del verbo “partir” que suena a “salir/viajar” y, en otra acepción a “cortar/quebrar”. ¿Qué te sugiere esa aparente contradicción?
Paula. -Es que una ya no es la misma después de ese nacimiento. Se parte de una para ir a otra versión de vos misma.
Devenir111. -Suele hablarse de distintos tipos de parto –natural, normal, en el agua, en cuclillas, con fórceps, Leboyer, cesárea, asistido, humanizado-… ¿Qué nos podés decir al respecto?
Paula. -El nacimiento es uno, y la vía por la que se realice: parto o cesárea, para mí es anecdótica. Luego están las intervenciones, el fórceps se sigue utilizando pero tiene condiciones. Hay condiciones médicas por las que no puede realizarse parto. Depende de la mujer y su tolerancia al dolor, de su decisión. Cada una lo vive totalmente distinto. La que idealizó un parto sin analgesia, a lo mejor, después se arrepiente. La que decidió cesárea desde el primer momento, lo disfrutó. Es muy variado. Sí creo importante la información y que las decisiones sean en conjunto entre médico y paciente.
Devenir111. -El hecho de que la mujer esté acompañada por personas de su confianza y afecto en el momento del parto ¿En todos los casos es positivo para la parturienta? ¿Te han tocado casos en que no lo fuera? ¿Genera en los profesionales una presión extra?
Paula. -Si la embarazada eligió a esa persona para estar en el dia del parto es super beneficioso. Porque esa persona la conoce. Aunque no sepa específicamente que hacer, su rol es muy importante. No es fácil acompañar y sostener. Ahora, si la embarazada no la eligió, es algo impuesto, también se nota. Porque esta predispuesto todo de otra manera. Se vuelve tenso el ambiente. En casos de violencia de género, se nota mucho ese acompañamiento. La mirada de la mujer, asustada, incómoda, se nota.
Devenir111. -¿Qué pensás de los partos en los hogares? ¿Qué condiciones tienen que tener, tanto todo el proceso del embarazo como el hogar, para que el parto sea exitoso?
Paula. -Pienso que el sistema de salud en Argentina no está preparado para tener partos en domicilios. En la obstetricia todo puede ir bien y de un segundo a otro, literal, convertirse en una urgencia o emergencia. Las condiciones van desde el control prenatal, estudios, monitoreos, equipo de asistencia médica, saber intervenir y cuándo. En un sanatorio u hospital uno no está exento de la urgencia o emergencia, pero hay recursos para disminuir el riesgo, para actuar más rápido para salvar la vida del bebé y la mamá.
Devenir111. -¿Te ha tocado asistir partos en los propios hogares de la familia? En caso afirmativo ¿Cómo fueron esas experiencias?
Paula. -No, no asistí ni acompañé partos en domicilios.
Devenir111. -¿El hecho de ser mamá, cambió en algo tus modos de intervenir durante los partos, sobre todo en la relación que establecés con la mujer?
Paula. -Si cambió; pero no en la forma de intervenir, sigo trabajando igual. Pero sí cambió en el sentido de entender lo que se siente en ese momento de incertidumbre, miedo, ansiedad, alegría, emoción. Siempre fui empática con las mujeres en ese momento, pero la maternidad me amplió la visual.
Devenir111. -Los hospitales/sanatorios se definen menos como centros de promoción de la salud, y más como centros de atención de la enfermedad. ¿Te parece que ese lazo entre lo patológico y el embarazo/nacimiento, genere consecuencias?
Paula. – No, para nada.
Devenir111. -¿Qué opinás sobre la decisión de abortar, y sobre la “despenalización del aborto”?
Paula. -Estoy a favor. Las muertes ocurridas por el aborto clandestino son reales, elevadas y dolorosas. Se necesita información, educación. Cosa que en Argentina falta.
Devenir111. -¿Recordás algún caso en el que el parto se haya complicado? ¿Cómo se actúa en esos casos?
Paula. –Sí, recuerdo algunos. Por suerte son muchos más los casos lindos y agradables y pocos los que se complican. En obstetricia un parto que va bien se puede complicar de un segundo para otro y lo normal pasa a ser patológico. En una oportunidad interné a una paciente que tenía muchas contracciones; pero no tenía mucha dilatación, es decir tenía mucha dinámica. De repente rompe bolsa estando internada. La paciente me comunica que “le sale algo” y cuando la reviso veo que lo que le está saliendo es el cordón umbilical y eso no puede pasar, eso se llama prolapso de cordón; es una urgencia porque el cordón, que es lo que está alimentando y llevándole oxígeno al bebito, se puede cortar. Entonces hubo que operarla sí o sí. No dio tiempo a que llegara su médico, fue atendida por personal de guardia y a los veinte minutos nació el bebito. Tuvo un leve sufrimiento fetal; pero se recuperó enseguida. En esos momentos tenés que pensar rápidamente y actuar sin dudar porque no hay mucho tiempo.
Otro caso que me marcó mucho se produjo durante una guardia pasiva. Esto quiere decir que no necesariamente tengo que estar en el sanatorio. Puedo estar en mi casa; pero a disposición por si se requiere mi presencia. Yo estaba en mi casa y suena el teléfono a la madrugada. La mujer me comunicó que perdía mucha sangre. Le pregunté cómo era esa sangre, qué características tenía. La mujer no me supo explicar; pero me dijo que era muchísima sangre. Enseguida sospeché que podía ser un desprendimiento de placenta. Le dije que se fuera inmediatamente al sanatorio. Mientras tanto llamé al médico, a la instrumentadora, al ayudante y fuimos todos al sanatorio. Se la operó, el bebito nació lo más bien. Se la pudo asistir a tiempo.
También recuerdo un caso durante la pandemia, que fue bastante mediático, salí en televisión y todo. Era una pareja de abogados y él es un twitero famoso. Me llamó y me dijo que la mujer estaba teniendo contracciones, que era su segundo embarazo. Le pedí que me pasara con ella; pero no me pudo atender, yo escuchaba sus gritos a través del teléfono. Él estaba desesperado y me preguntó si tenía que llevarla al sanatorio. Yo le respondí que no, que no era conveniente, que no había tiempo porque YA iba a nacer el bebé. De hecho, a los dos minutos ella ya estaba pujando. De pronto me dice: “¡¡Salió la cabeza, Paula!! ¿Qué hago? ¿Tiro?” Le dije que no, que no tire, que el bebé iba a salir solo y que me pusiera en altavoz para poder guiarlo. Y así fue, unos minutos después escucho el llanto del bebé, ya había nacido. Tomé registro de la hora, eran la una y cuarenta de la mañana. Le dije que se lo pusiera en el pecho a la mamá y que llamara a la ambulancia para trasladarlos al sanatorio y que los esperaba allá. Le dije que no cortara el cordón porque si no, no podía hacer el certificado de nacimiento. Era importante que el bebé viniera conectado a la mamá. Una hora después nos encontramos en el sanatorio y rodos felices. Yo no sabía que él era twitero. Subió todo a la red, paso por paso. Después salió en todas las noticias.
También suelen darse casos en los que los bebés tienen sufrimiento fetal agudo en el momento del trabajo de parto. En esos casos se pasa a cesárea urgente. Los bebés pasan a terapia de frío para descomprimir el cerebro. Pero estos episodios son contados con los dedeos de una mano. Con respecto a la pregunta sobre los nacimientos domiciliarios, imagínate que, en esos casos, donde no podés contar con un monitoreo constante, si no hay manera de hacer una cesárea de urgencia, corren riego de muerte tanto el bebé como la mamá. De hecho, conozco de esos casos.
Paula M. Rodríguez, Licenciada en Obstetricia (UBA), 37 años, Buenos Aires.