Alba Murúa: Poemas.

Cabecita negra, sí.
Desde la orilla
del Gualeguay
donde mi abuelo
perdió su hogar
por una estafa.
Desde la cordillera
donde el niño campesino
que me engendró
se subió a un tren
en el 44
sin rancho ni alpargatas.
Cabecita negra
desde una casa
cerrada y vergonzosa
hasta el verbo
de los compañeros muertos
que no conocí.
Cabecita negra
antes de erguir la faz morena
herencia de mulatas
violentadas
que aún tocan sus tambores
en mi sangre
y de los huarpes
mutilados
que gritan por mi boca.

De: Malapalabra (2014)

HERENCIA

La circunvalación
de mi rodilla derecha
produce
un crujido nítido.
Le diría
que mi padre
cojea
pero se niega
al bastón
y la kinesiología
es para él
un país de tormentos.
Quedó anoche abierta
la ventana
pero no es eso:
son los genes
esas cositas inútiles
que llevamos al sillón
del psicólogo
con la vana esperanza
de olvidar
cierta ternura
o tanto
silencio.

De: Malapalabra (2014)


Conciencia que alumbra poco a poco
que sale del letargo
de la extensa hibernación que no es
estira la espina que no tiene
como un gato que sabe más
que yo
conciencia ronroneante tal vez
que entreabre los ojos amarillos
que entrecierra los párpados ausentes
crepuscular
sin la osadía
de ser luz
y ya

De: Lejos del Paraíso. Piedra al Cielo (2015)


Sé piadoso:
Te he parido como a otros de mi sangre
que me reclaman en atroz silencio
estos versos.

De: A tu sombra (inédito)


Un susurro de nube
un tiempo que quizá no veamos
pero que en la secreta semilla
de la glicina blanca
está intacto.

De: Lo que persiste (inédito)


Vi la hoguera crecer
Vi sus lenguas
lamer la lluvia helada
bajo el pehuén la vi
tibio hueco
dorado pan de cazador
Vi las piñas crujientes
morir y renacer
como el bosque infinito.

De: Lo que persiste (inédito)


Agridulce

es la herencia del injerto
de ese árbol no
sus frutos son prohibidos
Mas un caudal de sol insospechado
aroma la tibieza de la herida.

De: Lo que persiste (inédito)

Aquí crecí
entre paredes de madera y chapa
donde por siete días
se perdió un gato negro
aquí
del sarampión
el delirio
recuerdo
el agua hirviendo
y sus rojas manos
frente al fuentón
cuando julio arreciaba.

Alba Murúa, poeta. Nació en Buenos Aires y vive en el oeste del conurbano bonaerense. Es profesora de lengua, literatura y latín, además de coordinadora de talleres literarios. Formó parte del colectivo cultural Malapalabra. Publicó: Lejos del Paraíso. Laferrere: Piedra al Cielo, 2015. Algunos de sus poemas han sido incluidos en: Hasta la vida. Buenos Aires: ECuNHi Ediciones, 2016; Alto Guiso –Poesía matancera contemporánea-, Buenos Aires: Leviatán, 2017, entre otros. Forma parte del comité editorial de la Colección Alto Guiso de Editorial Leviatán.
Web: https://albamurua.com/