Polaco Moreno: «Crear climas, para que la pases bien y te sientas parte»

Cierto jueves por la noche, orillando las 0.45 del viernes, algo antes de su apertura ingresé a Ink. La atenta gentileza con la que me recibieron resulta fruto de una decisión; un estilo. Minutos después en una oficina escaleras arriba se desplegó la charla con el Polaco, entre otras facetas, titular y mentor de tal disco ya icónica en la festiva “noche de Buenos Aires”.

Devenir111:
   Contanos algo de tu historia personal, tu recorrido…
Polaco:   
   Mi familia era de Ezeiza, allí me crié y crecí en Capital Federal. Laboralmente comencé de chico. Estudiaba, era muy independiente, quería tener lo mío y entonces me las rebuscaba. A los quince años en la Costa conocí a una persona que me dijo para laburar en discotecas. Y arranqué “jugando” (Sonríe)… Porque en ese momento era muy poca plata; aunque me amortizaba la salida, la diversión. Empecé a tarjetear en la zona de Flores –Retro era el boliche- para la matiné, así que cortábamos a las 12 y ya me volvía a casa. Pero ahí empecé a tomar todo este rumbo, de eventos, fiestas…
Devenir111:
   Y en ese andar ¿hubo algún momento que te haya definido, o en el cual sintieras algo como “este es mi camino”?
Polaco:
   Mi golpe fuerte, donde tuve que tomar una decisión en mi vida, fue en el 99/2000. Yo tenía 19 años, estudiaba Relaciones Públicas en la Facultad de Lomas de Zamora, laburaba en un boliche y en un local de ropa donde me iba bien. A la hora del almuerzo solía ir a un locutorio –no había celulares- y me encerraba con la agenda a llamar a la gente. Pero casi no tenía tiempo para dormir y tuve que optar entre una actividad o la otra. Por entonces Javier Lúquez, un relacionista público muy conocido de famosos que me había visto trabajar, ante un problema de salud que le impedía ir me contacta para pedirme que manejara yo el cumpleaños de Maradona. Así arranqué con los eventos, la prensa… A la par trabajé en los mejores lugares de momento, fui creciendo, y gracias a Dios se fue dando todo, hasta llegar acá.
   Argentina tiene de lindo –te lo dicen incluso los extranjeros- que hay mucha nocturnidad. Recuerdo que Cromañón fue un golpe muy duro. La mayoría de las discotecas en Caba estaban flojas de papeles, no se le daba la atención necesaria a cuestiones de habilitación y seguridad; cerraron muchas. En ese momento yo laburaba en Costanera, en Pizza Banana, el dueño me invita a pasar a otra disco suya en Leloir… También me llama uno de los dueños de acá para sumarme, y ahí empezó Ink. Que significa “tinta”. Nace en Miami –donde estuvo tres, cuatro años- y era una casa de tatuajes con un boliche atrás. A través de un amigo conocimos a su titular, quien nos cedió la marca, y entonces arrancamos…
  Este año Ink cumple 20. Un montón, una vida; un hijo…

Devenir111:
   Para preguntarte utilizo una figura: Está oscuro, vos sólo apretás una tecla, y hay luz; pero “detrás” de eso –en la generación y distribución de electricidad- hay bocha de laburo… Entonces ¿qué trabajos se requieren para que cada noche se encienda Ink?
Polaco:
   Muchos…! Hay gente que tiene un pensamiento diferente, que viene y te dice “- Vos la pasás bien…” Y yo no reniego de mi trabajo; lo disfruto, me gusta. Pero todo ello implica una producción. Aun cuando podríamos decir que hoy somos una empresa consolidada, lo cual facilita algunas cosas, hay entre 45 y 50 personas –sin contar abogado, contador, etc.- que se encargan de las distintas tareas. Es una preparación de toda una semana y en cada noche un minuto a minuto porque surgen imprevistos o dificultades técnicas que hay que resolver. Al margen de la convocatoria, las relaciones públicas… No es abrir una puerta, poner música y que venga la gente. Tenés que conquistarla.
   Solía afirmar un lema… Cuando me preguntaban –“¿Vos qué sos?”; respondía –“Soy creador de climas.” Trato de crearte un clima acorde, música, atención, para que la pases bien. Está en eso. Pasaron 20 años y la gente nos sigue eligiendo. Hay una magia en lo que sucede aquí, que se mantiene, y eso provoca que vayan pasando generaciones… Imaginate que empecé atendiendo clientes mayores que yo y ahora (Sonríe)… Vez pasada me llamó uno, conocido del ambiente, y me dijo –“Escuchame, no te voy a mandar a mi hijo, sino a mi nieto” –“¿Pero qué edad tiene?” –“18 cumplió”  También es lindo que nos conozcan en otras regiones del país…

Devenir111:
   ¿En qué momento pensás que Ink logró «instalarse», y por qué? ¿Qué marca diferencial lo distingue de otros boliches?
Polaco:
   Que está fuerte instalado hará… 14 años. ¿Pero por qué? Yo creo que hicimos un buen trabajo de medios, prensa, comunicación. Desde arrancar… en el valet parking nosotros teníamos 40 autos estacionados y todos se iban con una calcomanía atrás. Después tuve que cambiar de marketing porque eso trajo problemas, separaciones (Ríe). Clientes que me han dicho –“No, te quiero matar. Le batí a mi señora que me fui a jugar al futbol, a comer un asado” y me respondió “¿Y con la calcomanía de Ink atrás qué hacemos?” Pudimos instalarlo rápido. También gracias a un montón de gente que venía y al nombrarnos –desinteresadamente como nuestro “padrino” Marcelo Tinelli, al que adoro y es amigo- generaba curiosidad. Luego con la tecnología la comunicación se hizo más fácil.
   Pero yo creo que todo arranca desde las raíces. Hay empleados que están acá hace 18, 20 años. Fue inculcar nuestra manera de trabajar, la atención al público… La gente –me lo dice- la pasa bien, se divierte, y se siente parte. Hacemos que el cliente se sienta parte de esto, le damos su lugar, su atención. Nosotros… es una de las pocas discotecas con gente de distintas edades, de 20, de 50, y se mezclan y la pasan bárbaro. No vienen a hacer lío sino a pasarla bien, a divertirse. Si veo que alguno está mal me acerco, lo escucho, charlo. He conocido de todo, clientes en su desarrollo personal y laboral. Tiene eso… La gente acá se encuentra, se hace amiga, hoy en Ink el 60% de la clientela es estable…

Devenir111:
   ¿Algunas otras discos que hayas conocido y puedas destacar?
Polaco:
   Una de los más lindas fue Divino Buenos Aires en Puerto Madero. Theatrón, un lugar increíble donde trabajé en el 2000… Hoy en día esos estilos no se podrían mantener; pileta, pisos alfombrados, cristalería, paredes, arquitectura… ahora se invierte más en iluminación, era diferente. Como es algo que me gusta mucho le tomé cariño a muchos boliches, Retro, Asia De Cuba, La Diosa, Pizza Banana… Recuerdo que durante un tiempo trataba de no trabajar los 31/1° para ir a festejar a Buenos Aires News que era hermoso, se abría el techo…

Devenir111:
   Bien. Ya van 20 años que hacés Ink, lo cual implica tener una suerte de “observatorio cultural”. ¿Qué ha cambiado en ese transcurrir del tiempo?
Polaco:
   Sí, tal cual. Pasaron un montón de cosas… El covid fue durísimo; fuimos los últimos en “retornar a la normalidad”. Y todo va cambiando. La ropa, las formas de vestirse. El respeto. Lo musical –latino, cumbia villera, reggaetón, 4/20-. La cabeza de las personas, los modos de manejarse… Cuando arrancamos era muy lindo ver grupos de amigos y amigas, que se encontraban; ahora a veces es como si hubiese dos boliches, de un lado los hombres del otro las mujeres… Antes (Sonríe) cuando era pibe me paraba con un traguito cerca del baño y esperábamos que pasaran las chicas para saludarlas, verlas… Te relacionabas. Hoy falta ese diálogo. La tecnología modificó mucho. Quizás incluso generó cierta frialdad. Aunque como Ink es más club si vos venís varias veces conocés a la mayoría y así te relacionás. En el humor de la gente también se notan los últimos aumentos, la economía influye. Entonces hoy el que es cliente nos llama lo hacemos pasar y que disfrute. A la vez hay quienes dicen –“No te sobra la plata y te la gastás en el boliche.” Pero yo lo entiendo, necesitás un cable a tierra, divertirte; y eso acá lo encontrás.

Devenir111:
   ¿Una fiesta que recuerdes de pibe, u otra por lo bien que la pasaste?
Polaco:
   De mi lado éramos muy pocos de familia. Hijo único, mis primos vivían lejos, las fiestas las pasaba bien con mis padres pero capaz a la 1 se iban a dormir, y yo salía. Si me pongo a buscar recuerdo el cumpleaños de 15 de una prima…
   Después, tenemos un tema nosotros (Sonríe)… Por ejemplo vos me invitás a una fiesta en un salón y yo empiezo “Che las luces, uy el disc-jockey pisó la música”; a mí me pasa que tengo en la cabeza el tema del laburo. Esto a lo que llamo “profesión” te hace perder cosas; cumpleaños, encuentros con amigos, navidad y año nuevo… Mis dos hijos nacieron alrededor de las 7 am, tuve que salir del boliche a los piques. Te diría que la única fiesta en la que no laburé fue la de mi casamiento… Por otro lado me gusta que la gente quiera venir acá, festejar con los clientes, eso me llena y hago mi trabajo con pasión.
Devenir111:
   En cuanto a los eventos…
Polaco:
   Hice muchos; y la paso muy bien, después de relajarme. No sólo eventos en la noche –la noche te abre otras posibilidades-, también deportivos trabajando con Guillermo Marín; hice Roger Federer, las hermanas Williams, Usain Bolt contra el Metrobús, el partido de Messi, llevar a Diego (Maradona)…

Devenir111:
   Centralmente ¿qué no puede faltar en una fiesta?
Polaco:
   El clima, la onda. Obviamente música e iluminación son importantes. Pero ahora que me lo preguntás… Por ejemplo para una fiesta privada o cuando cierro eventos con marcas, no tengo la necesidad de llamarlo 80 veces pero lo hago; le voy haciendo ese crecimiento de “vamos a hacer esto y va a estar buenísimo” –un show musical, una alfombra roja o lo que te imagines-, voy poniendo emoción, creando una expectativa. Yo creo que ahí está la ciencia, si luego hacés que pase, sabés concretarla. Lo que a mí me gusta es esa preparación.
Devenir111:
   Es característico de las discotecas el alto volumen musical. ¿Cómo incide eso en la charla? ¿Atenta contra la palabra?
Polaco:
   Contra el oído seguro. En cuanto a la charla, el que viene a una discoteca ya viene… se habla menos, pero te da una cercanía. Si vos venís a conocer a tu futura esposa o lo que vos quieras, hay que hablar más cerca para escucharse. Esa cercanía, que te permite oler el perfume en el cuello, más un trago que te desinhibe, la música, el baile, generan un clima…
Devenir111:
   Fiesta, noche… ¿Cuáles son los “riesgos” de tu trabajo?
Polaco:
   Las tentaciones. De noche hay lo mismo que de día pero aparecen más fácil las tentaciones, y los chantas (Sonríe)… Tenés que tener conducta para hacer esto. Si no, te vas al tacho; no durás más de 2 o 3 años. Y he visto muchos que se cayeron…
Devenir111:
   A diferencia de todos los demás seres vivos, desde que el humano es tal –en todo tiempo y lugar- festeja. ¿Qué creés que se nos juega a la hora de festejar?
Polaco:
   No lo había pensado así… Pero reunirse, compartir, divertirnos, es un cable a tierra, el poquito que nos saca de lo malo que nos pueda pasar en el día, y nos trae cierta felicidad.
  

Devenir111:
   La última. ¿Por qué Polaco? ¿Cómo surgió tu apodo?
Polaco:
   Jé (Ríe)… Cuando era pibe –después te muestro una foto- tenía el pelo largo y platinado, rubio. Y de más chiquitito… como mi viejo era más morochón porque vivía al sol, le decían –“es hijo de un polaco, no es hijo tuyo”; mis amigos me empezaron a decir Polaco y quedó así…


Polaco Moreno, titular de Ink, organizador de eventos.

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