Rodrigo Lammardo: «Cuando la luz se enciende estamos en el aire»

Carla Castelo:
Lammardo es su obra ecléctica, poética, musical. Lammardo ruge de mortificación y dulzura. Su prosa es sórdida y mundana. Su sonido es inexpresable. Su poesía es melancólica y fatal. Hay amor, hay nobleza, hay espanto en sus entrañas. Lammardo trasciende como los grandes artistas. Lo comprenderán algunos cuando el planeta estalle. Su poesía es sobria y triste. Pero tiene jazz y restos de la infancia. En cada libro se vuelve más tenue y visceral. Lammardo grita susurrando. ¿Cómo ha logrado esa alquimia inesperada? Feroz y dulce. Sencilla y atroz. Improvisada y matemática. Agria y tórrida. Con esmero. Con genialidad. Es poeta, hombre, ángel, mendigo. Es, cada vez, lo que está sucediendo en este instante.

Cuando la luz se enciende estamos en el aire de Rodrigo Lammardo puede solicitarse en lammardorodrigo@gmail.com

Foto síntesis

El frágil corazón de
la estatua fría de la avenida transitada.
Las venas hinchadas del árbol de la
Plaza Tranquila.
Las palomas infladas sobre
el cable de luz
de la esquina olvidada.
Los perros en su vereda se olfatean
antes de gruñir o darse un beso.
El viejo en la silla reposa sus tardes
deshojando margaritas en la cárcel de
sus días viudos.

Recuerdo conurbano / la canchita de fútbol

La infancia fue pavimentada
intrusos invaden mi barrio
no quedan barriletes en los cables
ni rocío de invierno.
Viven inmóvil en una caja cerrada
los cumpleaños de torta con granas verdes y canchita de fútbol;
las fotos de celebración con ladrillo a
la vista de cualquier casa del conurbano.
Nuestro mundo fue construido:
dos arcos y media cuadra fueron un negocio inmobiliario.
Mi barrio hoy no es mi barrio
y madurar no es crecer,
solo crecen edificios gigantes de
pequeñas habitaciones.
El tiempo se detiene en el recuerdo
como la pelota desinflada en el fondo
del galpón.

Árbol de invierno

Árbol huérfano
sigues de pie.
Muestras tu lado
más fuerte,
veo tu esqueleto.
¿Dónde está tu alma?

Seis cuerdas
a Atahualpa Yupanqui

seis cuerdas
como miles de pájaros
que cantan
como miles de bocas
que se besan
como miles de voces
que gritan
como miles de manos
que se agarran
seis simples cuerdas
que sueñan un mundo
seis simples cuerdas
en miles de guitarras
que se rasguean
a tiempo
entre silencios y notas
entre acuerdos y tensiones
guitarra, dime tú
el secreto que guardas
entre sombras y árboles
entre fuegos y soledades.

Rodrigo Lammardo, escritor, poeta.
Fb: Rodrigo Ariel Lammardo

Carla Castelo, escritora, periodista.

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