Sebastián Más: «La mecánica del sueño»

La Mecánica Surrealista

¿Qué son los sueños? ¿Acaso su carácter disparatado y loco implican que no tienen ningún sentido? O por el contrario ¿Se encontrara detrás de estos montajes algún sentido oculto y vigilado celosamente por la mente?

Para el lector avezado en la lectura psicoanalítica, no es nada nuevo el considerar al sueño como el resultado de  procesos psíquicos censurados, y quizás lo tome como un repaso de sus estudios universitarios. Pero nosotros queremos adentrarnos en esta dinámica (es decir, la causa de los sueños) un poco más profundamente.

Para empezar a desarrollar esto, vamos a empezar con una imagen bastante disparatada: los sueños son producidos por una máquina ¿Cuál es la función de esta máquina? Pues básicamente la de montar imágenes en base a recortes de palabras.

Estas imágenes, pese a sus absurdos, están íntimamente relacionadas con pensamientos ocultos o palabras que fueron censuradas y sacadas de contexto. De esta manera, queremos expresar que quizás nuestros pensamientos más ocultos durante la vigilia, vuelven a aparecer durante los sueños, pero sometidos a diversas transformaciones atolondradas, dignas de expresiones artísticas como lo son las obras del Bosco, Salvador Dalí, o Pablo Picasso.

Por nuestra parte, vamos a limitarnos a explorar el funcionamiento de esta máquina ideal.

Las Leyes de la Irrealidad

Nuestra maquina no es como ninguna de las que conoce en su vida cotidiana. Muy al contrario, no es como ninguna de las que conoce, ya que mientras todos esos electrodomésticos terminan por romperse o necesitan una fuente de alimentación, la nuestra no necesita ninguna de las dos. Podemos decir que nuestra maquina es irrompible, autosustentable y, por lo tanto, eterna.

La primera característica es propia de las maquinas ideales. Los físicos teóricos las utilizan todo el tiempo, gracias a que tienen la capacidad de expresar las condiciones ideales de una maquina normal, para luego poder comparar este ideal con la realidad y poder medir así su eficiencia. Supongamos que quiero saber cuál es la eficiencia de un lavarropas, entonces construyo un modelo ideal donde el lavarropas funciona a un 100% de su capacidad, y en base a ese ideal, mido que tan distante se encuentra la eficiencia del lavarropas real.

MAQUINA IDEAL

Estas máquinas son modelos plasmados en una hoja de papel, y no tienen una existencia verdadera (por así decirlo). Pero ya que estamos hablando de una máquina de sueños, la nuestra solo posee una existencia ideal (lo cual no la hace menos verdadera, sino que opera con leyes distintas a las que operan las máquinas de la realidad). Utilizamos entonces las maquinas ideales para expresar las condiciones ideales en las que funciona nuestra máquina de los sueños: es irrompible porque es irreal, es decir, funciona bajo las leyes de la irrealidad.

La segunda característica es propia de los movimientos perpetuos. Dichos movimientos son como su nombre lo indica, de nunca acabarse, pero tienen una propiedad todavía más interesante, y es la auto-sustentabilidad. Cualquier otra máquina en el mundo (en el mundo de la realidad) necesita tener una fuente de alimentación: los televisores, las heladeras, los lavarropas, etc.

Pero las máquinas que funcionan con movimiento perpetuo (las que pertenecen al mundo de la irrealidad) no necesitan ninguna fuente de alimentación, puesto que son capaces de retroalimentarse a sí mismas, es decir, ya se encuentran produciendo la misma energía que necesitan para trabajar, y al mismo tiempo, la energía que emplean trabajando las alimenta para seguir produciendo, y así sucesivamente.

La tercera característica es la recursividad y nos permite sintetizar las dos características anteriores. El movimiento perpetuo es un mecanismo que solo podemos ejecutar en máquinas ideales, dado que hasta ahora no se ha demostrado que ninguna otra máquina o fuerza en la naturaleza utilice la disminución de su entropía para generar trabajo (al menos es muy poco probable).

La recursividad consiste en una serie de órdenes que puedo cargar en una máquina, y que puede repetir eternamente hasta el hartazgo. El mejor ejemplo de esta función matemática es la “Torre de Hanói”: es un pequeño juego (muy antiguo) que consiste en desplazar unos cilindros por unas varillas (respetando su orden), para volverlos a armar en la varilla opuesta a la que se encontraba ordenada , y asi sucesivamente.

TORRE DE HANÓI


Estas 3 leyes que acabamos de describir son indispensables para entender el funcionamiento de lo que Lacan tomo de Freud como el “automatismo de repetición”. Mientras que para Freud, este automatismo obedecía a fuerzas biológicas (algo completamente impensable, ya que viola todas las leyes de la termodinámica), para Lacan este automatismo debía ser más bien interpretado como una máquina. Es por eso que colocamos nuestra pequeña ficción de esta máquina surrealista como un eslabón perdido entre Freud y Lacan. Tómese este trabajo, más bien, como una forma de introducirlo a conceptos de Física Teórica y Matemáticas, que de otra forma no le hubieran entrado por ningún lado.

La Máquina de lo Sueños

Estas 3 leyes son la base de lo que nos gustaría llamar de ahora en más nuestra mecánica surrealista. Gracias a esta mecánica, podremos expresar en términos un poco más técnicos, aquello que sucede en los sueños, como parte de este mundo de irrealidad que persigue leyes muy distintas a las de la realidad. Nuestra mecánica nos permite descomponer esta máquina en:

– 4 filtros (paredes que permiten el acceso o el egreso)

– 3 estados a escala microscópica 

-2 estados a escala macroscópica

Tales estados permiten describir el movimiento de los elementos más básicos que fundan el comportamiento de la máquina. Gracias a esto, el funcionamiento de la máquina de los sueños se hace posible.

¿Qué es un filtro?

En Termodinámica, un filtro es una pared que permite controlar el tipo de procesos que pueden ocurrir en una máquina y los estados de equilibrio que se pueden dar. También se conoce esta clasificación bajo el nombre de «sistemas termodinámicos». Hay 3 tipos de filtros a considerar:

1- Aislada: Esta clase de filtro no permite el intercambio de ningún tipo entre el micro-estado en un macro-estado dado. Es aislante e impermeable, y por lo tanto, el equilibrio que alcanzan es independiente de lo que sucede entre los micro-estados. Por ejemplo, un termo.

2- Cerrada: Permite el intercambio entre micro-estados, pero en un solo sentido (por ejemplo, de calor a frío). Es conductora pero impermeable, por lo tanto, el equilibrio depende de uno de los micro-estados con respecto a los demás. Por ejemplo, un vaso tapado

3- Abierto: La pared es conductora y permeable, por lo tanto, el equilibrio es arbitrario con respecto al intercambio que se produce entre el micro-estado. Por ejemplo, un vaso abierto.

Nuestra maquina posee estas 3 clases de filtros:

1) Posee dos filtros cerrados, que indican que la información solo puede viajar en una sola dirección: hacia dentro o hacia afuera.

2) Posee un solo filtro abierto que indica que la información puede viajar en ambas direcciones: hacia la izquierda y hacia la derecha.

3) Posee un solo filtro aislante que indica que nada de la información que se encuentra en la maquina puede entrar o salir: es por eso que es auto-sustentable

Básicamente, nuestra maquina se comporta como un termo (como es el caso del filtro 3º), adentro del cual se producen intercambios de información en sentidos reversibles (como es el caso del filtro 2º) e irreversibles (como es el caso del filtro 1º). La información que circula en la maquina nunca se pierde, ya que en todas sus transformaciones se mantiene como constante.

Estados Microscópicos y Macroscópicos

Un estado microscópico, como su nombre lo indica, permite expresar el funcionamiento de una maquina a escala microscópica, y esto nos permite evaluar los elementos fundamentales que permiten su funcionamiento:

(0) Información Neutral: A pesar de tener multiplicidad de variaciones, es información (que al encontrarse todavía por fuera de la maquina), se mantiene en un estado neutral.

(-) Información Latente: Es información cuyas variaciones se han disminuido con el fin de poder ser recibidas por la máquina. Es decir, información que fue filtrada, con el fin de poder acceder al interior de la máquina.

(+) Información Patente: Es información cuyas variaciones se han potenciado con el fin de poder ser descargadas de la máquina. Se transforma su potencial para que pueda ser de vuelta al exterior de la maquina.

Es preciso entender que a partir de que se cruza cierto umbral (nuestros filtros), la información se transforma, de acuerdo a la particularidad del umbral:

  1. El primer umbral (el de la izquierda) de filtro cerrado, puede ser asimilado a lo que conocemos como percepción. La función de la percepción seria disminuir las variaciones de la información que recibimos (-), para convertirla en información latente. Disminuye su potencial para así poder ser asimilado por el sistema. Además posee la particularidad de operar en un solo sentido, ya que la información que se percibe solo puede entrar, no puede salir (a menos que atraviese otros umbrales).

“La percepción permite que la información neutral se convierta en memoria”

2. El segundo umbral (el del medio) de filtro abierto, puede ser asimilado  a lo que conocemos como memoria. La función de la memoria es almacenar la mayor cantidad de variaciones posibles (- o +) con el fin de permitir su transformación constante, de ser así necesario.

“La memoria permite que la información de la percepción se transforme en pensamiento”

3. El tercer umbral (el de la derecha) de filtro cerrado, puede ser asimilado a lo que conocemos como pensamiento. La función del pensamiento es incrementar las variaciones de la información (+), con el fin de convertirla en información patente. Gracias a este proceso, se ejecutan todas nuestras acciones (conscientes e inconscientes) de nuestra vida cotidiana. Es por un exceso en las variaciones de la información de nuestra memoria, que el sistema se ve obligado a descargar estas variaciones, para volver a poder recibir nueva información y ejecutar nuevas acciones o formar nuevos pensamientos.

“El pensamiento permite que la información de la memoria produzca acciones”

Mientras que un estado macroscópico, como su nombre lo indica, expresa el funcionamiento de una máquina, despreciando lo que pueda pasar en su interior (a una escala microscópica). Tenemos dos estados a considerar: el sueño y la vigilia.

La Vigilia: Estado de Certeza Absoluta

Cuando estamos despiertos, la percepción se mantiene receptiva al flujo de la información, permitiendo que este flujo se almacene en la memoria, y que posteriormente esa memoria sirva al pensamiento para la producción de nuevas acciones.

A este estado lo caracterizamos de certeza absoluta, puesto que nunca dudamos de que cuando estamos despiertos, estamos ante la realidad.  Pero distinto a como pudiera creerse, tener un estado de certeza absoluta no garantiza absolutamente nada, más bien todo lo contrario, al no permitirnos dudar de lo que percibimos, de lo que recordamos o de lo que pensamos, nos encontramos prisioneros de un estado de información nueva casi nula.

En entropía de la información, un estado de certeza absoluta implica que no hay ninguna nueva información sobre la cual podamos echar mano, todo ya está ahí como debe ser, nada puede ser cuestionado. Freud supo ver en esto un estado de vigilancia constante, donde el “contacto con la realidad” se veía resguardado (¿Por qué no?) por una especie de diablillo, un vigilante incansable.

En pocas palabras, como se sabe lo que se ignora se termina por ignorar lo que se sabe, y en este estado de cosas, no hay ninguna nueva información que nos permita saber nada más de lo que ya creemos saber. La realidad es eso, un saber que a ciencia cierta, no sabemos cómo funciona.

El Sueño: Estado de Máxima Ignorancia

Por otra parte, en el sueño  (y quizás en breves lapsos de la vigilia) nos encontramos ante un estado de cosas completamente distinto, ya que estamos en presencia de un estado de máxima ignorancia.  En este caso, el caudal de información nueva es tal, que ni siquiera podemos empezar a saber todo lo que esta información nos quiere decir. Se ve reemplazada esta certeza absoluta de la vigilia por un estado de conciencia completamente alterno, que van en contra de todas las leyes que gobiernan la realidad.

Contrario a lo que se pueda pensar, como científicos (en especial de la mente) debería interesarnos más la ignorancia que la certeza, puesto que es del primero de donde extraemos verdaderamente todo nuestro saber. Mientras menos sabemos sobre algo, más nos vemos obligados a indagar sobre ello, como si el ser humano debiera conducirse como si estuviera en una deuda eterna con el saber para que la cultura progrese de algún modo.

Mientras que la certeza no nos asegura como sabemos lo que creemos saber, la ignorancia nos empuja a indagar sobre sus causas, y a no estar satisfechos hasta obtener una respuesta igual de compleja que los fenómenos que nos encontramos analizando.

Esperamos que estas primeras ideas principales no hayan sido muy complejas para el lector, pero como ya se habrá dado cuenta, no podíamos escatimar en la complejidad del fenómeno, ya que eso sería conformarse con una versión muy reducida de la irrealidad de los sueños.

Sebastián Mas, psicoanalista nacido en la Ciudad de Salta. Miembro fundador de Espacio de Debates Analíticos, cursa la Carrera de Psicología. Actualmente investiga las referencias teóricas que el Psicoanálisis ha tomado de la Física.

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