Abel Santos: «Un abril con rincones de enero»

LA ESPINA

Para Laura F. Martín

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como al pasto el rocío.
NERUDA



Lloraste, como tantas innúmeras ocasiones
en el taciturno regazo de la noche,
porque su nocturna quietud
siempre te invita al sabor agridulce
de los festines de la memoria,
y te entrega a leer y confeccionar
el sagrado y platónico amor de vuestras cartas.

La lloraste, porque la amas,
como nunca has amado en cualquier otro sueño,
tan real, tan sensible al tacto.
La lloraste, tras la sonrisa
que finges ante el mundo
como máscara que encierra tu grito de abismo.
La lloraste, mascando el dolor
hasta rozar el margen del drama.

Tienes una cita esta noche con la nostalgia,
esta noche, como cualquier otra,
y te desangras en el cuaderno con la indeleble espina.

Ella espera, sí, en la distancia,
que regrese el joven soldado
para cumplir aquellas promesas de amor
como castillos en el aire.

Y tú, tú lloras,
por la impotencia monetaria de tu juventud,
como tantas innúmeras ocasiones
en el taciturno regazo de la noche.


(de Esencia, Ediciones Az90, Barcelona, 1998)


EN EL LADO OPUESTO AL VIENTO

Noches en que esnifas cocaína en el espejo
para calmar la borrachera y el ansía
excesiva de la vida.
ROGER WOLFE



Odio esperarte ya esperar tu “te quiero”
pero odio más la duda y por eso me digo
que existes y por ello aún te espero

el tiempo es mi aliado y mi enemigo
y la esperanza un abril con rincones de enero
en los que el frío de ti no es testigo

de mí tan sólo los versos van contigo
y para ese amor mi entorno es un tercero
en calles que no me remiten a tu abrigo

sé que estarás al otro lado de lo que dejo
para mañana cuando al fin me decida
a no empolvar de nieve mi nariz en el espejo

me abriré al olvido y cerraré la herida
de ese viejo amor: no me jugaré el pellejo
este juego implica muerte y quiero vida.

(de El lado opuesto al viento, Parnass Ediciones, Barcelona, 2010)


EL DETALLE


Yo sé que cuando sea viejo apenas leeré
porque tendré mucho que escribir.

¿Cómo puedo ahora describir la mañana
en esta nueva página en blanco
en la que estoy fumando en una casa vacía
esperándote a ti, amor, corazón de la mudanza,
a que llegues con la luz otra vez,
mientras suenan campanas en la costa de Vilanova
y le rezo al fuego a Dios y al tiempo
para que aquí cada noche cerrada en verdad sea
un buen trato que amanece de nuevo?
Desencajado, preguntando por nosotros,
hemos dejado en Barcelona el sol
de nuestra primera casa de alquiler.
Como quien lleva demasiado tiempo viviendo
su primer día en la ciudad de los errores,
como se quedan en algún momento
los problemas sin nadie que los escuche,
por no arriesgar la belleza del ritmo
hay tantos detalles que vivieron a nuestro lado
que no he nombrado en este libro...
Porque un poema es pura música
y en la poesía sólo puede entrar
—como difícilmente rozan los labios de un hombre
el íntimo perfume de una mujer—
no más que un poco de tu vida real.
Yo sé que cuando sea mayor no leeré versos
porque tendré tanto que contarme.
Y cuánta poesía hay que nunca pertenecerá al poema....
Para que tanta belleza no nos duela
los dioses han tenido con nosotros ese detalle.

(de El camino de Angi, Poémame Editorial, Valencia, 2020)


ESPERANDO EL TREN
DETRÁS DE LA LÍNEA



A veces, el amor se va
porque el amor quiere
hacer lo correcto, volver a amar.

Y aquí estoy yo, ni sin ti ni contigo:

hastiado
por este rechazo
a conciencia
que siente por mí la felicidad;
quédate justo ahí
—me dice—,
esperando
mi tren
detrás de esta línea...

Ah, estuve tan cerca.

(de Algo te queda, Libro Finalista del XXIV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca. Ed Vitruvio, Madrid, 2022)


UN DÍA COMO HOY


Cuando extraño
lo que la vida me ha quitado
me detengo a pensar
en lo que a cambio
me da, y con creces.

Nunca me faltó de nada
antes de tenerlo todo.

Yo
no estoy aquí
para esperar
el momento
de mi muerte.

(de La bella lejanía, La Garúa Libros, Barcelona, 2023)

Abel Santos, poeta nacido en 1976 en Barcelona, España. Ha publicado los libros de poesía ‘Esencia’ (1998), ‘El lado opuesto al viento (2010), Todo descansa en la superficie (2013), Jass (2016), Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas (2016, 2da edición 2017), Huelga decir (2019), El camino de Angi (2020), Algo te queda (2022), La bella lejanía (2023), y su Antología Poética 1998-2014 Demasiado joven para el blues (2014). En 2015 coordina la antología de varios autores ‘La casa de los corazones rotos’. En 2011 fue encargado de prensa y relaciones públicas del I Festival de Poesía y Microrrelato: Vilapoética, de la ciudad de Viladecans. En 2018 gana el II Concurso de Poesía “Perfecto Esperpento” contra El Estigma en Salud Mental. En 2021 queda finalista del XXIV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca con su poemario ‘Algo te queda’. Algunos de sus poemas han sido traducidos al árabe clásico, al catalán y al inglés.

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