SIEMPRE EL MIEDO Creía el loco que era un mapa el espejo roto del horizonte abandonado el timón hecho astillas de su voluntad el viento de la coherencia se hizo niebla la realidad un peso grave y el miedo el rumbo del estanque del intrincado estanque anclado por un oleaje de sueños que temen poner los pies en distintos claros de la tierra naufragó sin mojarse en un sibarita pozo de sombras no reconoció ni su propia sonrisa guiándole lo mismo que un faro en la tempestad de su subconsciente. SALUD MENTAL para él, donde quiera que esté ahora Estaba llorando un hombre fuerte interno como yo en Benito Menni en el pabellón H de urgencias me senté junto a él y creí como casi todos que el motivo de su ansiedad y de su pena era no poder salir a la ciudad para desenterrar su hacha de guerra pero no tenía donde ir y le daban a la mañana siguiente el alta por la fuerza ni están todos los que son ni son todos los que están ese hombre bien sabía lo que hay ahí fuera. ELLOS SABEN El escéptico dice: no hay vida tras la muerte ni alrededor de la misma el creyente dice: yo puedo guiarte en los misterios de la vida que hay tras la muerte el Tao dice que ambos son egocéntricos al pensar que su convicción abarca más que la propia vida el neutral en su paradoja abarca a los hombres mientras finge que su mente apenas brilla como el plástico en su sabiduría felizmente se hará un sombrero de papel donde no estará todo escrito porque escribirlo todo sería obstaculizar el vacío. ESTOY SANANDO para Salvador del Val Yo siento cosas sencillas de sabio. Tú me haces el vacío, como a un loco. Yo no estoy enfermo. Estoy sanando. Tú me corriges, cerrándome los ojos (a creer, a crear) al milagro. Felicidad, pero tú en que mundo vives llevándome la contraria en todo. ODA A LA LOCURA ¿Qué sería de la vida si se le quitase el placer? Ya veo que me aplaudís. ERASMO DE ROTTERDAM De tanto perseguir a la bestia voraz de la sabiduría se pueden ver claramente en mi rostro sus rasgos inhumanos, ofensivos y tristes, de una palidez que ya quisiera ser lunática o natural. Locura, ven y conviérteme en uno de tus sabios para en sabio no convertirme, engáñame. para no ser desgraciado, y que harto de viveza o de júbilo no conozca, como un niño, de la siniestra verdad en el seno de tu embriaguez, que no conozca el insomnio de la punzante sabiduría mi corazón ampliamente cerrado en el éxtasis de tu ensueño. Dame un soplo de vida, un acceso de locura, poemas y jazz y risas y pasiones, que en mis ojos siempre brille la ilusión aunque esta se evapore como el rocío bajo la luz del sol, y que dentro de mí siempre quede algo de todo este amor que los sabios quisieran definir y malograr.
Abel Santos, poeta nacido en 1976 en Barcelona, España. Ha publicado los libros de poesía ‘Esencia’ (1998), ‘El lado opuesto al viento (2010), Todo descansa en la superficie (2013), Jass (2016), Las lágrimas de Chet Baker caen a piscinas doradas (2016, 2da edición 2017), Huelga decir (2019), El camino de Angi (2020), Algo te queda (2022), La bella lejanía (2023), y su Antología Poética 1998-2014 Demasiado joven para el blues (2014). En 2015 coordina la antología de varios autores ‘La casa de los corazones rotos’. En 2011 fue encargado de prensa y relaciones públicas del I Festival de Poesía y Microrrelato: Vilapoética, de la ciudad de Viladecans. En 2018 gana el II Concurso de Poesía “Perfecto Esperpento” contra El Estigma en Salud Mental. En 2021 queda finalista del XXIV Premio de Poesía Ciudad de Salamanca con su poemario ‘Algo te queda’. Algunos de sus poemas han sido traducidos al árabe clásico, al catalán y al inglés.
Muy bueno Abel, lo sigo en Facebook muchos años, nos cuenta su vida a través de su poesía en ocasiones desgarradora, pero tras ella se vislumbra un hombre bueno, sensible y entrañable. Mi enhorabuena..Que la poesia continue. Animos y Saludos