Escribo como un grito que canta. Como una tarde de lunes escuchando canciones salvajes. La alfombra dorada nos eleva. Ahora nace el sol de nuestras mejillas. Pues hemos decidido vivir con entereza. Azules. Elegantes. Estrechar la mano con la vida ante tanta corrupción sobre nuestros sueños. Que la belleza sea proclamada! Como vuelo de águilas. Como Romeo y Julieta en un asilo de ancianos ya cansados de vivir. Una alianza amable y poderosa. Ríe. El amor nos revela una noble insistencia de revolcarse en la humana sinfonía del placer. Tiembla. Así, de a tres, de a cinco, sobre la cama, tiembla mientras nos acariciamos las espaldas, todo sucio y hermoso.
Niño mi bien mi bien. Tu padre fuma. De luna es la madre y sus collares. Todo en nosotros va rompiendo las reglas de la pulcritud y la salud sólo por amarnos… hasta la risa.
-Sin alma no- dijo el poeta, y se acurrucó borracho junto a su gato blanco. Lo besó, lo curó y le escribió los poemas más sinceros de este mundo.
Como nosotros ahora que amamantamos el peso de las cosas sabiendo que Marilyn también escribía sobre mujeres que amaban el lucero.
Ay la barba, el veneno y las axilas.
Si revelás el misterio, quizás pierdas. Concederte la fe es la tarea. Mientras tanto… ella morderá su labio inferior suavemente. Dará la buena noticia al teléfono. Pondrá detrás de la puerta su guardapolvo blanco y se irá caminando, anónima, con su camisa a cuadros, por la calle Amenabar.
Oíste gorrión?
Allá va
Silba primaveras
Es que a los días perfectos tan sólo podemos escribirlos.
Carolina Graff, actriz, escritora y titiritera, oriunda del Conourbano Bonaerense, Carapachay. Integrante del elenco de titiriteros del teatro San Martín.
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