Suena el acecho como avalancha que se prepara, Padre... Si todos los espejos no tuvieran tus distintos rostros... Tal vez este magma que algunos insisten en mezclar con agua sucia sacada de cualquier parte estuvieran en lo cierto. Sí, pertenecemos a cualquier parte, con este o aquel suceder del decir que siempre resulta afrenta el machacar los reveses... Los aciertos al revés... Esta esencia de cognac nunca probado, esta forma de lactancia, de petulancia y de ausencia a la vez, que siempre fuimos. Fantasma que ronda el origen, una casa tal vez el horno de un veneno futuro y roto y siempre siempre temprano y próximo. Que nunca supimos los sueños respectivos de uno y otro sólo nos arrojamos retazos de espejismos calumniados lamentos, leños de gruñidos viejas envidias transgeneracionales, tripas frías, cosas tan cosa, tiros a la espalda. Unos chiquilines... Disparos de otros que, a la vez, conocemos para bien o para mal... y respondimos... y fallecimos. Nos queremos tanto, aunque todavía no sabemos por qué, no sabemos ¿Por qué nos escondimos en cabinas sin tubos de teléfono? y nos perdimos hasta vernos de nuevo como padre e hijo, en un descampado a horas nomás de ser padre e hijo en solitario... Así fue. Así es. Somos padre e hijo que nunca fuimos. Porque lo somos rotundamente por el peso de la joroba. Pero padre e hijo también son dos bestias bastardas encontradas en ninguna parte. Sin jorobas. No tienen lugar las jorobas en los que aman pero deben perderse aunque nunca se hayan conocido... Padre, discúlpame, nací para matar tu sueño... para ser una esquirla bañada en oro en tu muerte yo me baño y recobro mi mas primigenio brillo en el solar donde también tengo que odiarte, en el sembradero de zizaña del recuerdo... este temblor que me causa vivir a mí a tu cautivo al cautivo de mí mismo, _Por qué aún viendote presente, siento tu abandono? _ Para que ruedes como un rubi... _¿Te entendí tarde, padre, ahora que los dos vamos a morir? _ No, hijo, sólo tú vas a morir.
Federico Vecchio, escritor, actor. Estudió con Dalmiro Sáenz, Vicente Zito Lema; teatro con Pablo de Nito, Omar Fantini, Pompeyo Audiver; periodismo de investigación en la Universidad de Las Madres. Ha editado el libro de cuentos «Huérfana luz de invierno» (2010).
Facebook: Federico Vecchio . Instagram: Frederiksolar
porvecchio.blogspot.com