Graciela Abrevaya: «El tropiezo de la memoria»

“Bien ordenadas y en la secuencia que conviene, una palabra trae a la otra, y el todo pleno de sentido, se fija facilmente y por largo tiempo en el recuerdo. La retención de lo falto de sentido es en general tan difícil y rara en nosotros como la de lo confuso y desordenado”.
Adolf Strümpell, citado por Freud en “Por qué olvidamos los sueños una vez despiertos?
La interpretación de los sueños
.

Recuerdos y olvidos son fenómenos que irrumpen en nuestras vidas. En muchas ocasiones nos sorprenden, nos alegran o en otras nos desconciertan, nos angustian.
El cine nos acerca historias donde se intenta borrar sucesos dolorosos de la memoria. La película “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”, es un ejemplo de ésto. El director es Michel Gondry y el guión de Charlie Kaufman con reconocidos actores: un Jim Carrey, sin muecas ni máscaras, y Kate Winslet en los papeles protagónicos, Mark Ruffalo y Kirsten Dunst. La música exquisita de Jon Brion. Obtuvo varios premios, entre ellos Premio Oscar al mejor guión original 2005. Los personajes son muy diferentes. Joel introvertido con dificultad para entablar relaciones. Clementine es lo opuesto, jovial, extrovertida e impulsiva. Esta actitud la lleva a acercarse a él y así inician una relación amorosa. Pero después de un tiempo y una cierta cuota de desgaste, Joel se entera que ella ha decidido borrarlo de su mente e intenta hacer lo mismo, olvidando así lo que lo atormenta. Contrata la misma empresa Lacuna INC, una graciosa alusión a los términos freudianos “lagunas inconscientes”. El médico le indica que tiene que juntar y llevar todo lo que remita a su chica (cds, libros, cartas, fotos, regalos,etc) y así crear un mapa de ella en su cerebro. Le promete una vida nueva. En otro momento agrega: “Todos los recuerdos se habrán debilitado y habrán desaparecido como al despertar de un sueño”. El tratamiento de “borrado” se realiza mientras el protagonista duerme. Todo dentro de un marco muy científico y a la vez disparatado, con técnicos y una máquina insólita. Se mezclan pasado, presente, adentro y afuera del sueño y del recuerdo. No hay un tiempo cronológico, ni un límite entre lo interior exterior, como una especie de banda de moebius. Se mezclan recuerdos infantiles y de la adolescencia. Joel pide conservar un recuerdo, “el del espejo de hielo”. No está dispuesto a tanto. Hay un intento de borrar el trauma, hacer como si nunca hubiera existido. Una suerte de control sobre el par olvido-recuerdo. El médico advierte: “parece resistirse al procedimiento”. Hay un deseo que se filtra. Todo se desbarata. Algo fracasa.
Black Mirror es una serie de televisión de origen inglesa creada por Charlie Brooker, que podríamos ubicar en el género de ciencia-ficción con una fuerte crítica al avance de la tecnociencia. El último capítulo de la primera temporada “Toda mi historia” retrata el avance de la tecnología a través de la implantación de un dispositivo de memoria, pequeño como un grano de arroz, detrás de la oreja de los personajes. Registra, graba y almacena. Todos los recuerdos se los puede clasificar y navegar por ellos las veces que se desee. Se accede a ellos visualizándolos a través de los propios ojos, como pantalla. En una de las escenas, encuentro con amigos, una chica no posee el dispositivo de memoria. Dice ser más feliz, mientras los demás creen no poder vivir sin él. Pero a la vez es la que no está sometida al control constante propio y ajeno. Liam el protagononista, recientemente despedido de su trabajo, comienza a sospechar de su mujer. Cree que lo engaña con un amigo de ella. Está preocupado, no queda satisfecho con las explicaciones que le da en respuesta a su desconfianza. Se obsesiona. Repasa una y otra vez las imágenes registradas en el aparatito injertado. Analiza cada detalle. Va a ver al amigo de su mujer, la confronta a ella con las imágenes de su infidelidad, en fin, efectivamente se confirma su presagio. Parece coincidir la época del engaño con la búsqueda de embarazo de la pareja. Duda de su paternidad. Solo, sin su mujer, sin su hijo, se arranca el dispositivo. Se puede ver y escuchar todo en las imágenes grabadas, pero hay algo que queda por fuera de la pantalla. La angustia, su desajuste, sus dudas, lo más subjetivo y humano.
En la película Joel quiere borrar el recuerdo de Clementine de su mente y así poder olvidarla. En el capítulo de la serie Liam no quiere olvidar, necesita saber la verdad con exactitud.
En ambos casos la ciencia (ficción) y la técnica quieren dar respuesta: borrar todo (Eterno resplandor…) o conservar todo en la memoria-implantada (Toda mi historia).
De que memoria se trata? Qué memoria interesa al psicoanálisis?
Freud ha investigado acerca del tema de la memoria a lo largo de toda su obra. Al comienzo construyendo su teoría del aparato psíquico, basándose en la neurofisiología.
En el Seminario 3 Lacan nos recuerda la Carta 52 a Fliess. Freud retoma el circuito del aparato psíquico-… No busca explicar cualquier estado psíquico, sino aquello de lo que partió que es lo único accesible y que resulta fecundo de la experiencia de la cura: los fenómenos de memoria. El esquema del aparato psíquico en Freud está hecho para explicar fenómenos de memoria, es decir lo que anda mal, advierte Lacan.
“Las percepciones que llegan hasta nosotros dejan en nuestro aparato psíquico una huella a la que podemos dar el nombre de huella mnénica. La función que a esta huella mnémica se refiere es la que denominamos memoria”, expone Freud.
En la famosa metáfora de la pizarra mágica explica cómo concibe el sistema perceptivo en su relación con la memoria. El estrato receptor de estímulos, el sistema percepción-conciencia, no forma huellas duraderas ya que cuando se separa y levanta la lámina de celuloide queda libre de toda escritura. En cambio el papel encerado de abajo ofrece huellas duraderas de los caracteres recibidos. La tabilla de cera conserva la marca de lo escrito. Conciencia y memoria se excluyen entre sí.
Más adelante dirá Freud que el material de huellas mnémicas experimentan un reordenamiento, según nuevos nexos, una retranscripción. La tesis de Freud es que la memoria no preexiste de manera simple, sino en múltiples variedades de signos.
Freud nos habla de la amnesia infantil, no hay huella mnémica de los primeros años de vida, todo queda bajo el manto de la represión. Los recuerdos encubridores serían una elaboración posterior de aquellos. No debe su valor mnémico al contenido en sí del recuerdo, sino al enlace con otros contenidos reprimidos. En la película tenemos algunos ejemplos de éstos: debajo de la mesa mira la entrepierna de su cuidadora, la escena de la masturbación.
Se trata de unos desaciertos del recordar: la memoria no produce lo correcto sino algo diverso como sustituto. Freud se esfuerza decididamente cuando en Psicopatología de la vida cotidiana, acerca de un olvido propio, en su lugar viene otro a su memoria, Signorelli. A partir de las cadenas asociativas los significantes muerte y la sexualidad juegan su partida.
La memoria psicoanalítica es algo completamente inaccesible a la experiencia. Los deseos jamás se apagan en el inconsciente, continúan circulando en la memoria.
En la Cosa freudiana, Lacan señala que la indestructibilidad de los deseos infantiles insisten repetitivamente en la transferencia y su rememoración permanente en un significante del que se ha apoderado la represión, allí donde lo reprimido retorna. Es lo que llama memoria simbólica. Diferencia las leyes de la rememoración de la reminiscencia imaginaria, es decir del eco del sentimiento o de la impronta instintual. Diferencia o separa rememoración de reminiscencia. Recordemos las palabras de Freud en conjunto con Breuer: el histérico sufre de reminiscencias.
Solo el psicoanálisis permite diferenciar en la memoria, la rememoración. Arraigado en el significante (que le viene del campo del Otro), resuelve, por el ascendiente de la historia en el hombre, las aporías platónicas de la reminiscencia.
Repasemos qué nos dice Platón acerca de la reminiscencia. El conocimento de las ideas no es posible a través de la experiencia, sino que cuando el ser humano cree que está aprendiendo algo, cuando conoce una verdad, no es gracias a la experiencia sensible, tan solo está recordando. Porque el alma, antes de encarnarse, habitó el mundo inteligible y conoce las ideas, pero al caer en el cuerpo, las ha olvidado. La reminiscencia, el pasado, es una construcción. Lo que se constituye a partir de las experiencias infantiles no es solo la memoria, sino la fuerza del «deseo primario» como lo define Freud en el «Proyecto de una psicología para neurólogos» y que posteriormente definirá como pulsión. Por eso, con Freud se trata de una memoria deseante o pulsional. Así, las construcciones posteriores al trauma son construcciones consideradas verdaderas (no certeras) ya que la «la memoria tiene estructura de ficción». La memoria se estructura sobre una falta primordial. El objeto –la ‘Cosa’– está perdido para siempre, toda reminiscencia es construcción de esa pérdida que es constitutiva. La memoria entonces, siempre es fragmentaria y está sujeta a las normas del lenguaje. A través de sus trazos da cuenta de nuestro paso por el lenguaje, del pasaje por el campo del Otro.
En el Seminario 4 Lacan nos dice que el significante es verdaderamente el organizador de algo inherente a la memoria humana. Al introducir el significante en lo real y se introduce en tanto se habla, o menos aun cuando se empieza a contar, lo aprehendido en el orden de la memoria se estructura de una manera totalmente distinta de todo cuanto pueda llegar a hacer concebir una teoría de la memoria basada en el tema de la propiedad vital pura y simple (biológica).
En “Recordar, repetir, reelaborar” Freud recorta el “agieren”. El paciente en ocasiones, no recuerda nada de lo olvidado reprimido sino que en general lo actúa. No lo reproduce como recuerdo sino como acción, lo repite sin saber que lo hace. Introduce el concepto de compulsión de repetición.
En “más allá del principio del placer” Freud indica que la repetición lleva al sujeto a detenerse siempre en el mismo punto, y lo relaciona con la pulsión de muerte. La repetición se diferencia sustancialmente de la memoria biológica. Se funda en un retorno de goce, un más allá del principio del placer. Lacan sitúa la repetición como una “inalterable memoria de goce”. Hay algo que se repite en contra del propio sujeto. Lo expresa así: «La rememoración, la historización, es coextensiva al funcionamiento de la pulsión en lo que se llama lo psíquico humano. Allí también se registra, entra en el registro de la experiencia la destrucción”.
Luego de este breve pasaje por consideraciones freudianas y lacanianas sobre la memoria resalto que no se trata entonces para el psicoanálisis de la pérdida de memoria en términos de déficit.
La película como la serie deja expuesto cómo la tecnología está al servicio de la ciencia, produciendo un dominio sobre el sujeto, que se transforma en un puro objeto de investigación y/o de consumo.
El mapeo cerebral, las localizaciones cerebrales, las patologías de la memoria, resonancias magnéticas, los tests neurocognitivos, pertenecen a otro campo, el de las neurociencias.
El psicoanálisis trata lo no localizable, la materialidad es significante y se orienta hacia lo que falla, lo que tropieza. Eso que vuelve al mismo lugar, el goce.
Qué hubiera pasado si Joel y Liam se hubieran cruzado con un/a psicoanalista?
Siendo ambos hombres es probable que se preguntaran, entre otras cosas, por su masculinidad.
Por qué ella me quiere borrar de su vida?
Por qué me deja? Por qué siempre me pasa lo mismo?
No soy lo suficiente hombre que necesita a otro? etc, etc…
Quizás hubieran tenido la oportunidad de recordar, repetir y reelaborar sus historias subjetivas.
Da para otra película….

Bibliografía consultada:
-Freud, S “Psicopatología de la vida cotidiana” Tomo VI Amorrortu Ediciones
-Freud, S “Recuerdos encubridores Tomo VI Amorrortu Ediciones
-Freud S. “Notas sobre la pizarra mágica” Tomo XIX Amorrortu Ediciones
-Freud, S “Recordar, repetir, reelaborar” Tomo XII Amorrortu Ediciones
-Freud, S “Más allá del principio del placer” Tomo XVIII Amorrortu Ediciones
-Freud, S. “La interpretación de los sueños” Tomos IV y V Amorrortu Ediciones
-Revista e-MARIPOSA Temas de psiquiatría y psicoanálisis N° 3 Marzo de 2012
-Arias, Laura “Deseo de memoria” Revista digital Virtualia 32 Agosto 2016
-Lacan,J. Seminario 3 Las psicosis Editorial Paidós
-Lacan, J, Seminario 4 Las relaciones de objeto Editorial Paidós
-Lacan, J. Seminario 11 Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Editorial Paidós
-Lacan, J. “La instancia de la letra en el inconsciente o la razón desde Freud” Escritos I
-Lacan, J. “La cosa freudiana o sentido de retorno a Freud en psicoanálisis” Escritos I


Graciela Abrevaya, psicoanalista.
Miembro del Instituto Oscar Masotta –Conurbano sur-
Atención presencial y online
abrevayagraciela@gmail.com