Gabriela Suazo: «Recuerdos y Astrología»

Puede ser definida como una recopilación de recuerdos, una vasta selección de los mismos. Herramienta que facilita el aprendizaje? sin ninguna duda.
Escuché algunos otros diciendo que son huellas del alma.
La memoria, recuerdos, pero, qué es lo que yo recuerdo? Lo que recuerdo originalmente pasó así? O la memoria se sustenta de la interpretación que hice, de que las cosas ocurrieron así? Lo cierto es que no podríamos saberlo, el misterio prevalece oculto, como las razones que no se pueden encontrar para entender esa sustentabilidad propia de la mente para, seleccionar a través de los tiempos, el recuerdo del primer día de colegio…
Lo que sí podemos apreciar, es lo que pudimos aprender con ellos. Aprendimos del amor, esa vez que nos raspamos la rodilla, y mamá se acercó para secarnos las lágrimas y darnos un abrazo gigante. O del dolor, cuando tuvimos que cambiarnos de colegio y separarnos de nuestros amigos.
En astrología resignificamos a la Luna como nuestro inconsciente, el refugio de la memoria y del alma, ese cascarón de huevo donde nos queremos esconder cuando nos sentimos vulnerables. Es el agua que lleva marcada cada huella mnémica. Tal es así, que sus características nos darán el color de su astucia, y la forma más primitiva de accionar y reaccionar cuando esta vulnerabilidad e inseguridad activen la misma.
La Luna guarda el recuerdo, pero el primero que lo vio y le puso nombre fue Mercurio.
Mercurio nos otorga el discernir entre lo bueno y lo malo, lo lindo y lo feo, lo agradable y lo incómodo, es ese filtro separativo, es el que comprende y resignifica al hecho como recuerdo propio, para usarlo luego como herramienta eterna, como es eterno el recuerdo del chocolate que me compraba mi abuelo en cada viaje en subte de regreso a casa.
O aquella vez que nos explicaron cómo cruzar la calle, te acordás?
-Siempre por la esquina! Por donde están pintadas las líneas blancas!, no te olvides… si está en rojo esperás, y si está en verde podés cruzar –me dijo mi vieja-. Lo recuerdo mientras lo escribo, porque Mercurio me ayudó a entenderlo, a aprenderlo, y la Luna me lo guarda para siempre.


Gabriela Suazo, escritora, reikista, estudiante y pensadora diletante de astrología y tarot.