Guillermo Bergandi: «Reina de Corazones»

Devenir 111: ¿Qué te llevó a hacer Reina de Corazones?

Guillermo: Básicamente… Además de hacer cine también doy clases de teatro, algo que me atrae realizar en espacios más “sociales”, con grupos minoritarios o excluidos para decirlo así –en cárceles, en el Borda y el Moyano…-, en lugares que me permiten conocer “nuevos mundos”.

 Un día en un curso conozco a una chica que me cuenta sobre esta Cooperativa trans, quiénes eran, sus objetivos; me interesó y sentí que mi aporte podía ser dar clases de teatro. A la semana siguiente me llamaron invitándome a empezar, ad honorem desde luego –pero en ese tipo de espacios lo que me interesa no es ganar plata-, y empecé.

Meses después me cayó la ficha, ya que me entusiasmaba la experiencia, de hacer un documental. Se los propuse… y arrancamos.

Devenir 111: A medida que ibas tratando más de cerca al grupo de chicas de la Cooperativa… ¿qué fuiste descubriendo, conociendo?

Guillermo: Bueno… La mayoría tuvo una infancia… Lo que me interesó y admiro es cómo todas ellas lograron superar cosas difíciles, sentirse o auto-percibirse como femeninas, dar ese paso, y hacerlo sabiendo que eso va a implicar que mucha gente las excluya… También me encontré con personas con gracia y muy buena onda. Yo no sabía, tenía dudas acerca de cómo me iba a sentir; hoy son mis amigas.

Devenir 111: En el documental pareciera que te enfocás en su “cotidianeidad”…

Guillermo: Lo que cuento es la historia de algunas chicas, no del “mundo trans”. Una buscando casa donde vivir, otra buscando trabajo, otra en la facultad… Cuestiones ligadas a la pareja, a los sueños, con las que cualquiera se puede identificar, que a todos nos traen dificultad, aunque en el caso de ellas con el añadido de su condición trans. Quise contar su “humanidad”, su día a día de jean y remera, sin golpes bajos y más allá del prejuicio que las ubica como objetos sexuales o el estereotipo de sus máscaras –que sean “reinas”, pero muestren su “corazones”-. Y en ese punto me parece que si sus relatos son interesantes… es porque ellas hacen interesante lo común, digamos.

Devenir 111: Jé!… ¿Y cómo pensás que viven su relación con el “cuerpo”?

Guillermo: Bueno, no lo sé con exactitud. Supongo que hoy les resultará un poco más fácil. Yo conocí a las chicas en el 2014 y al caminar con ellas por la calle les decían de todo. Eso sigue pasando… Pero a la vez en estos años, con las leyes que se han dictado –producto de las luchas políticas que ellas encararon-, algo de la mirada social y de la aceptación cambió. Hasta el documental quedó un poco viejo al respecto… Creo que también se hacen menos operaciones o toman menos riesgos al hacerlas, para re-crear en su cuerpo lo femenino… Pero es una pregunta que correspondería respondieran ellas…

Devenir 111: Claro, tomo la propuesta… (Allí Guillermo nos pone en contacto con Emma Serna, actual presidenta de la Cooperativa, a quien también entrevistamos.) En el documental se advierten distintos modos de apropiarse de la palabra “trans” para ubicar la identidad sexual…

Guillermo: Distintas formas de auto-percibirse como mujeres, en relación al cuerpo, a la maternidad…

Devenir 111: Presentando la Cooperativa y su función Daniela dice algo que destacás: “dignificar nuestra mirada”. Es una expresión con cierto doblez; no se sabe bien si se trata de la mirada de ellas, o de la del otro sobre ellas…

Guillermo: Sí sí… Lo dice en un festival de teatro que organizaron, de temática trans; que no fue algo “ochentoso”, arquetípico… incluía La Casa de Bernarda Alba, Made in Lanús… Yo creo que va por el lado de “no somos sólo las prostitutas de los bosques de Palermo; también pensamos, hacemos teatro…”

Devenir 111: Para terminar y volviendo al documental, contanos cómo lo rodaste, cuál fue su recorrido.

Guillermo: Cuando lo decidimos hacer utilicé un sitio de internet, en el cual vos presentás la idea y la gente puede donar plata. Aparecieron muchos “famosos” respaldando el proyecto –después te paso el video-. Maitena por ejemplo hizo dibujos de travestis… entonces si donás tanto dinero te llevás un imán de Maitena, o una remera… Y así juntamos una plata inicial. Paralelamente tramité un subsidio en el Instituto del Cine, que nos salió. Eso permitió bancar la realización y un mínimo y justo reparto entre las partes involucradas –los viáticos, la comida, el alquiler de sonido y cámara, la Cooperativa…-. Estuvo bueno. Más allá de otras consecuencias o “pagos”; algunas chicas consiguieron trabajo, a mí también me abrió puertas como director…

Devenir 111: ¿Y con qué equipo de trabajo contaste?

Guillermo: Mínimo: un amigo que hizo cámara, una amiga maquillaje y yo; después lo edité. Ya estrenada la peli tuvo un transitar muy extenso, recorrió más de 30 países, recibió premios… Acá hicimos cantidad de presentaciones con charla-debate, todo muy fecundo, porque al toque explotaron cuestiones ligadas a la diversidad de género, al feminismo… y muchos grupos la hicieron suya. Sí fue un esfuerzo realizar la película, pero en verdad una vez estrenada se movió sola, tomó vida propia. Después de 4 años “la solté” para enfocarme de lleno en otras cosas.

Devenir 111: Sé que ahora estás terminando otro documental, interesante por cierto. Cuando lo culmines avisanos…! Y gracias che.

Guillermo: Por supuesto. Y gracias a ustedes…

Guillermo Bergandi, cineasta, docente. En cine dirigió «Carlitos seductor», «El marfil», «Exhumando misterios», «La historia colectiva», «Dímelo en la cárcel», «Los hijos de la pelota», «Adolescencia», «Reina de corazones»… En teatro ha dirigido «Las pesadillas de mi vientre», «Pobres víctimas», La historia de un sueño», «Cuesta abajo»… gfbandi@gmail.com @gillemental

Entrevistador: Miguel Ángel Rodríguez.