Las diversas aristas de la charla con Jayson resultan fecundas. Escucha, cuenta con lucidez, contándose cuando lo hace. Aplicación digital mediante –al momento estaba en Australia, su tierra natal- entrevista con el codirector de una película necesaria, imperdible: Norita.

Devenir111:
Para quienes aún no han visto la película… Tomada como “obra”… ¿qué nos podés decir sobre ella? ¿qué cuenta?
Jayson:
La película es un retrato de un ama de casa de una familia típica de Zona Oeste del Gran Buenos Aires, cuya vida está partida en el medio por el hecho devastador de la desaparición forzada en el año 77 de su hijo Gustavo. Y que a partir de sus 50 años Norita Cortiñas empieza, podríamos decir, otra vida. Que es la de una militante social y política en constante ascenso, a nivel moral; que se convierte en una especie de faro ético, en una Argentina que está totalmente violentada y desequilibrada a partir de la dictadura, y que necesita vez tras vez durante 40 años, ver a este faro de mujer, para orientarse y seguir el rumbo hacia la justicia social…
Es una película muy ambiciosa, porque retratar esto que te digo, Norita que era tanto para todo el mundo… Pero bueno, queríamos que fuera un documento histórico de esta vida que acabo de describir, con estos significados que acabo de nombrar… Tenía que ser algo que perdurara más allá de la vida de Norita, quien nos dejó hace poco… Una película que se pueda ver todos los años y que siga siendo, insistiéndose como algo relevante, vigente y universal…
Devenir111:
Vos decías, me parece con precisión, que Norita para muchos se ubicó cual “faro ético”… Suelo pensar que en ella se conjugaban notablemente cierta amorosidad, y cierta inteligencia para tomar posiciones…
Jayson:
Comparto, sí. Creo que Norita tenía una gran capacidad de escucha, atenta… Y que hay que recurrir en el tiempo a sus orígenes como profesora de costura dando clases a mujeres del barrio de Castelar, en general de más bajos recursos que ella… Ya que se suele decir que las mujeres que formaron el movimiento de Madres de Plaza de Mayo eran en su mayoría “amas de casa”, como insinuando que no tenían trabajo; equivocadamente porque ser ama de casa es un trabajo. Pero Norita también como trabajadora se vinculaba con otras mujeres en un contexto que imagino como era ella, de mucho respeto y amorosidad, inclusive bastante previo a la desaparición de su hijo. Tenía tres hermanas… Entonces estamos hablando de una mujer que sabía hacer política y formar vínculos con otras. Y creo que lo que la distingue, y tal vez distinga a las mujeres a nivel político, es la escucha; que ahí hay una clave para entender la Norita que después conocemos.
Su gran facultad –vos bien decís- para tomar posturas políticas y tener su propio horizonte político a partir de la confluencia de muchas ideas, opiniones, luchas distintas que a veces… Desde lo pequeño hasta lo más grande podía hacer que todo ello conviviera en su agenda, dedicándole la misma atención y el mismo cariño. Sus relaciones personales, sus relaciones políticas, las causas grandes, las causas pequeñas… Una mujer extremadamente inteligente.
Devenir111:
Entonces la escucha, la capacidad para generar lazos, la inteligencia, como rasgos de una continuidad. Y a la vez una transformación –eso que llamaste “otra vida”- hasta situarla como referencia social y política en su patria y en el mundo. ¿Cómo lo expresás en la película?
Jayson:
La transformación de Norita está muy arraigada en la relación que ella tiene con su hijo desaparecido Gustavo. Antes y después de su desaparición. En cada paso de su vida, en todos los actos donde iba nombraba y decía que los y las 30.000 estaban presentes. Como una forma de decir que la historia y la identidad de esa generación de la cual fue parte su hijo, la selló; era su sello, el de sus decisiones personales y de su actividad política.
Entonces en la película Norita avanza hacia su horizonte, en su búsqueda, a partir de un proceso constante de interpretar el legado y la transformación de su hijo. Ella se sitúa ahí. Con su historia. Aunque algunos dirían que empezó tarde su militancia, como si la juventud fuera el tiempo debido para politizarse. Pero ella avanza siempre pensando en los cambios que vivió su hijo a lo largo de su corta vida. Yendo al colegio católico, a la villa, juntándose con grupos revolucionarios… Su transformación está muy pegada a la de su hijo.
Devenir111:
Tal planteo traza una vuelta de tuerca sugestiva: Norita se ubica para nosotros como faro, y el devenir de su hijo Gustavo como faro en ella…
Jayson:
Exacto. Y bueno, constantemente en el proceso de hacer la película ella tenía reticencia a hacer una película sobre ella, con su nombre, su cara y su historia… Creo que por dos motivos. Uno porque las Madres Línea Fundadora siempre se manejaron de manera horizontal resistiéndose a los liderazgos personales, queriendo siempre mantener su unión y tomar decisiones en colectivo, de forma consensuada. Otro porque al tomar contacto con la realidad de la militancia de sus hijos e hijas entendieron que ellas podían ser una continuación de eso, y como no se consideraban la causa o el origen de esa militancia revolucionaria tampoco podían figurar como heroínas de la sociedad sin siempre echar luz sobre lo que habían sido las vidas de sus hijos. Entonces Norita no se quería posicionar como heroína vanagloriándose en el afiche de su película, porque no se consideraba más que parte de una historia colectiva, un capítulo más de algo que se venía y algo que continuará después de su vida.

Devenir111:
Entiendo que la película tuvo un tiempo de construcción de alrededor de 8 años. ¿Nos contás cómo fue haciéndose, cómo fue ese recorrido?
Jayson:
Creo que con muchos componentes… Y muchos aspectos de la película final tienen un contexto particular. Cuento uno. En la película pudimos dar a conocer un poco sobre la intimidad de la familia Cortiñas. Inusualmente en retratos sobre las Madres se conoce en profundidad lo que pasó puertas adentro; que era un gran drama. Se sabe sí de los hijos que quedaron al cuidado de sus abuelos o sus papás o algún hermano mayor, de muchas enfermedades, de conflictos insuperables porque como sos niño tu cabeza y corazón son como esponjas, absorbés todo lo que tenés a tu alrededor… Imaginemos lo que era perder la figura materna de tu vida diaria, y que lo ocupara tu papá que tal vez no estaba capacitado o enseñado, como muchos hombres de esa época, a proveer económicamente para la familia pero también proveer emocionalmente y ocupar el lugar de la madre. Norita nos permitió contar eso en la película… Ella pasó una larga temporada encerrada por Covid, y creo que al volver a estar puertas adentro contemplando su hogar y viendo los retratos de su familia, quería contarlo. Entonces muchas cosas de la película tienen que ver con las circunstancias de la producción.
Creo que lo que pudimos lograr en la película, que no es todo porque entiendo que es un aporte más a una gran obra de cine nacional relacionado a este tema de la dictadura, lo pudimos lograr porque el tiempo lo tuvimos mucho. Y hay cosas que hay que hacer con tiempo. En este mundo frenético, aunque cueste creerlo, hay que tomar tiempo. A medida que avanzábamos apreciamos su valor porque nos estaba dando más posibilidades de construir algo, además en diálogo y consensuado con Nora misma.
Ella fue protagonista tanto de la película en sí como de su producción. Porque tuvo un papel, una voz, siempre la posibilidad de sacar cosas que no le gustaban, de consultar con gente de su confianza… Fue una partícipe muy importante; es la película de Norita en muchos sentidos.
Devenir111:
Estoy al tanto de que Norita llegó a apreciarte, de que te quería mucho. La pregunta entonces es qué te fue pasando a vos, como persona, a medida que ibas conociéndola a ella y a su historia.
Jayson:
Me pasó algo lindo que… Yo creo… Yo me enamoré de Norita, así de simple. Y lo cuento al revés, para rastrear ese proceso, porque tiene que ver con circunstancias muy divertidas. Cuando la quería conocer era imposible ya que ella no tenía tiempo en su agenda de actividad política militante. Entonces en el 2014 me convocó el día del partido del mundial Argentina versus Nigeria. Época sin GPS en el teléfono ni nada, cuando llegué a Castelar me perdí. No había un alma en la calle. Hasta que di con un cartero que me ayudó a encontrar la casa de Norita. Me había cocinado unos sánguches de milanesa obligándome a comer todo lo que había preparado, cual una abuela que te obliga a comer todo para que crezcas… Me impresionó cómo una mujer tan pequeña físicamente podía tener tanta fuerza. Había algo mágico en ella, muy cinematográfico; porque era coqueta, graciosa, atractiva, dramática, emocional, buena para contar anécdotas… Tenía todos los ingredientes, pero de ahí a convencerla de realizar la película era muy difícil.
La manera que hallé fue, primero, ir todos los jueves a la Plaza durante varios años para dar la cara. Segundo, al tener ideas que quería consultarle, las escribía en papel y cuando la veía en actividades se las dejaba como una cartita. Ella las guardaba, las leía en el tren, y a la mañana siguiente me llamaba y las conversábamos. Como encontré que era una forma de comunicarme con ella, esas cartas empezaron a ser un poco más personales y más extensas. Yo me daba cuenta de que para que la película lograse sus motivos, tenía que dejarme conocer, presentarme, contar mi historia. Porque un australiano caído de la nada… era difícil de leer.
Entonces en ese proceso de comunicarme con ella yo me encontraba llegando a conclusiones sobre mi propia vida. Como soy hijo de esquilador de ovejas, ninguno de mis papás terminó la secundaria… De repente todas estas cuestiones de una lucha de clases, que se remontaba a la vida de su hijo pero que también ella había asumido… Yo estaba entendiendo por qué me atraía tanto Norita, en qué capas… Y creo que ese enamoramiento tuvo que ver con que ella me permitía ese espacio, me daba la posibilidad de descubrirme a mí a través del vínculo con ella. Es, como era Norita, un gran acto de generosidad. Que un joven de afuera pudiera tener un espacio, un diálogo, un intercambio; soy y fui muy agradecido con ella. Creo que nos pudimos entender a nivel personal porque nos abrimos mucho. Poco después eso se convirtió, entonces le pasaba una carta pero le compraba una botella de vino también, o salíamos a comer en citas que llamábamos románticas… Lo convertimos en un juego y nos divertíamos mucho. Esas son las bases del vínculo; era como era Norita, mezclando un poco de seriedad y profundidad con lo gracioso, lo lúdico.
Así nos fuimos conociendo y así yo fui entendiendo qué es lo que quería que transmitiéramos en la película: esas dos Noritas, la militante y la mujer de barrio –la mamá, la esposa, la hermana, la amiga…-. Y que era importante que todo eso pudiera confluir en la película.

Devenir111:
Entiendo que ella vio la versión final de la película…
Jayson:
Sí, en abril de este año, unos meses antes de fallecer. No le resultó una sorpresa porque ya había visto varios avances de la versión final de la peli. Y estaba muy a gusto, muy conforme, porque además la película tuvo la aprobación del resto de su familia lo cual era importante para ella.
Devenir111:
¿Nos contás cómo fue la construcción, el trabajo de co-dirigir junto a Andrea Tortonese, y también la articulación con los productores –Gustavo Santaolalla, Jane Fonda…-, etc.?
Jayson:
Con respecto a la codirección con Andrea… Ella es la animadora de la película; lo que podrían parecer transmisiones de escena animada en realidad es la base de la creación de la película en sí. Andrea trabajaba en el área de comunicación y archivo de Madres Línea Fundadora. Cuando la conocí y me mostró su arte le dije dos cosas: quiero hacer una película sobre Norita, y quiero que hagas animaciones para la película. Durante muchos años Andrea y yo estábamos creando la peli a partir de la animación en gran medida. Porque como está hecha a mano es muy difícil volver para atrás. Y empezamos a filmar, construir, editar y montar la película en base a esas animaciones. Con el correr del tiempo me di cuenta que a partir de este dispositivo estábamos co-creando un guión, una estética, un retrato, una política y códigos internos como codirectores. Una relación de pares, más que una relación verticalista en donde las decisiones las toma el director y las traspasa al resto del equipo. Algo importante para mí porque… Andrea es una mujer nacida en dictadura, que se crió en los años 80 y 90 en Argentina; entonces tiene una perspectiva y una mirada editorial que yo no tengo; y era muy importante que nuestras dos miradas confluyeran. Creo que lo que aporté fue una visión más macro de lo que podía ser la película. Que tenía que ver –y ahora voy a la otra parte de tu pregunta- con intentar sacar la película de una cámara de eco, de resonancia…
Sacar la historia de una Madre de Plaza de Mayo de nuestro mundo de militancia por los derechos humanos y que pudiera cruzar fronteras, sociales, culturales, de clase, geográficas… Como hicieron las Madres en su primera época. Cuando acá el periodismo totalmente violentado por la dictadura no podía cubrirlo y empezaban a venir los periodistas deportivos para el “mundial” y mandaban esas imágenes increíbles de las Madres en la Plaza, a que se vieran en todo el mundo. Ellas siempre tuvieron una pata en el extranjero, y tocaron una fibra en la conciencia internacional. Siempre creí que era importante intentar volver a tocar esa fibra internacional. Porque no se puede pensar la situación argentina aislada de lo que acontece en el resto del mundo, que hoy por hoy es bastante oscuro.
Y ahí es donde empiezan a entrar las participaciones de otras personas que tienen una experiencia en un recorrido hecho, masificando historias argentinas para el mundo. Llámese Gustavo Santaolalla –ni siquiera hace falta repasar su historia-; hasta por ejemplo Naomi Klein y Avi Lewis que en el 2004 hicieron el documental “La toma” sobre la toma de fábricas después del 2001. Bueno, obvio que íbamos a tocarles la puerta, a invitarlos a ayudarnos, porque ya había un compromiso preexistente con Argentina. También una de las productoras norteamericanas que tenemos, Sarah Schoellkopf, había trabajado como académica estudiando el movimiento de Madres en los 90. Quiero decir que todos los que terminamos acompañando la película de alguna u otra manera tenemos una cercanía, una afinidad con la historia. Y que así el cine en este contexto, se vea. Es en colectivo, en comunidad y uniendo fuerza. Todo el piso de financiamiento de cine se cayó. Ya no hay otra forma que remándola y de manera independiente. Así fue; lo pudimos hacer en grupo.
Devenir111:
Es interesante tu descripción porque además, ese hacer con el otro, esa suerte de horizontalidad, evoca cierto estilo de Madres Línea Fundadora…
Jayson:
Exactamente. No es fácil en el cine, porque hay una jerarquía que funciona, que funciona muy bien. Pero es que en este caso… yo, como australiano, tenía que ubicarme, operar con cuidado en mi lugar de director. Porque si bien me puedo empatizar y sentir que tengo fichas puestas en el asunto, al final no es mi país, mi sociedad, y tengo la posibilidad de entrar y salir como y cuando quiera; eso trae consigo una responsabilidad. De alguna manera, con mi compromiso muy fuerte con Norita, la confianza que ella me brindó para hacer la película, yo necesité estar ahí firme junto al proyecto y la película del principio hasta el final. Pero dirigirlo de manera absoluta y operar bajo una lógica de toma de decisiones absolutistas como suele suceder, en mi caso no podía ser, no me correspondía. Entonces qué mejor que intentar tener más horizontalidad en la toma de decisiones cuando se trataba de una película como vos planteás de un grupo, de una colectividad, de un movimiento de resistencia, que creó una nueva forma de hacer política.
Devenir111:
Tomando el “disparador” de este número de la revista… ¿Se te ocurre algún lazo entre Norita (ella, o la película) y Fiesta?
Jayson:
Me encanta la propuesta. ¡Norita era una fiesta! Lo que se me ocurre es que Norita deseaba mucho el estreno de la película y cualquier actividad para ponerse coqueta y tomar un buen vino…

Devenir111:
¿Algo que quieras agregar?
Jayson:
Me preocupa un poco que se piense terminada o que no hay más que decir sobre la dictadura. Como si ya todas las películas se hicieron, todos los libros se escribieron, todo lo que se pudo expresar ya se hizo… Hay que reconocer que gran parte de las Madres y las Abuelas ya no están más. Una amiga militante social y feminista, Virginia Giannoni, me dijo que con la muerte de Norita el pueblo argentino queda huérfano. Y yo creo que es cierto. Pero también que con esta orfandad, con esta ausencia tan grande, y a pesar de que se dijo y se hizo mucho sobre la dictadura en estos tiempos, hay que seguir. Hay que seguir y creo que la posta la tiene que tomar una nueva generación de creadores, que tienen que experimentar con lo que piensan y sienten; que tenemos que incentivar a una nueva generación a encontrar nuevas vías para entender el pasado, a hablar respecto a estos temas con todo lo que ello pueda implicar, con el riesgo y el error…
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(Fotografías, Karina Díaz)
Jayson McNamara, director y productor de cine, periodista, nacido en Australia. Su primer largometraje, El mensajero, se proyectó en Nat Geo Mundo, así como en festivales de cine como Full Frame, BAFICI y LASA. Durante los últimos 4 años, Jayson ha documentado la vida de Nora Cortiñas después de que se conocieron en manifestaciones LGBTQ+ en Argentina, una causa cercana al corazón de Jayson y sobre la que informó durante sus 7 años como periodista en el Buenos Aires Herald.