Filas, ventanillas y reloj final
Extraído de “Ocho poemas para perder el tiempo” *
I Identidad
¿En qué fila esperas?
Dime en qué fila esperas
te diré quién eres
Yo hice mi fila
en el colegio de Boedo
cuando de niño tomaba
distancias de blanco guardapolvo
Esperaba…
Entrar en clase
o cantar el himno patrio
Esperaba…
El boletín que perfumaba
Inteligencias y conductas
Esperaba…
El renacimiento del timbre
en la última hora
El timbre que abría
bullicio de puertas
inundando pesadumbres
de tintas y cuadernos
Señal liberadora
de seguridad y cinturones
autorizando el vuelo
hacia la taza de mamá tibia
que bebíamos con dos terrones
y medio de leche.
En la fila
un niño
esperaba con otros niños
el cielo devolviendo
imágenes de hombre
balanceándose
sobre caras y secas
de figuritas revoleadas
Un niño sabía
como todos los niños
el principio de la palanca verdadera
“Dadme un punto de ternura
y moveré el mundo”
Luego
vinieron filas
de adolescentes bachilleres
en el colegio Moreno
no mixto de varones
Filas de rostros imberbes
esperando el amanecer
de barbas y bigotes
Todo podía interesarnos:
De Colón las tres carabelas
si se pintaban correctamente
El principio de la vasos comunicantes
o de las escaleras divergentes
El inglés y su mágica sintaxis
aunque todos sepamos que “to be”
no puede ser y estar al mismo tiempo
Nos interesaba todo
¿O tal vez nada?
La Educación Democrática
pobre asignatura de tercera
que encontrábamos violada
en la vuelta de los recreos
su triste pollerita salpicada
con esperma de bayonetas
También nos enseñaban algo
Que llamaban Historia
violento enema
de fechas sin nudo
que dejaba un vaho turbio
de Habsburgos y Borbones
Aunque muchas cosas aprendimos:
Que un tal Calígula permutaba
su reino por un caballo
Que Napoleón fue un gran corso
con Josefina casado
y sombrero de contramano
Que en realidad poco importaba
que se llamasen
Lucrecia
Isabel
o Carolina
pues siempre hubo princesas
más putas que las gallinas
Y aunque nunca nos dijeron
por qué Nerón incendió Roma
comprendimos finalmente
que en 1492 Don Cristóbal Colón
inaugura con caballos y platillos
la Historia Americana
Nos interesaba todo
¿O tal vez nada?
Hasta el escaso vasito semanal
de música con leche
que bebíamos con oídos ausentes
de fusas y corcheas
Mientras
(confieso profesora)
nuestras bocas sorbían
el compás de tus senos
danza de la fruta más deseada
que nos llevaba tan lejos
de estériles cocientes
entre estúpidos catetos
y oblicuas hipotenusas
II Ventanillas
¿En qué fila esperaste?
Dime en qué fila esperaste
y leeré la buenaventura
de tu frente
Algunos
tuvimos filas
de blancos guardapolvos
y esponjosos bachilleres
Otros…
sin tortas ni velitas
festejaron sus quince años
Apenas iluminada
la edad de la alegrías
con mendrugos amarillos
de agrios minerales
Arrancando a la roca
socavones y galerías
para que a nadie le falte nada
Para que no le falten:
Locomotoras o cuchillos
al hierro
Cables sueltos o alambiques
al cobre
Ni mostradores o soldaduras
al estaño.
Qua a nadie le falte nada:
Gargantillas de zafiro
al cuello fino de las damas
Sotana de platino
al pararrayo de la iglesia
Y a los sueños de los pobres
su martillo de cristal
sobre la piedra
Hay también otros…
Otros
que nunca formaron fina
Heredaron palcos
Con “smoking”
O “non smoking”
“Soirées” de gala
salsa golf o comidillas
alimentando salones de la crema.
Vacas heredaron
con ubres o chimeneas
la defensa de la moral
almidonada
el custodio del orden
y suizas cuentas
bancarias
Otros…
Entre minerales galerías
salsa golf y sonrisitas
esperan sentados
en banquitos de paja
o canapés de terciopelo
¿Entonces?
Si las filas
Ya se han formado
¿Qué podemos esperar
de las ventanillas?
III Reloj Final
Territorios de vida
Se precipitan en el edificio claro
De obscuros signos
¿Tal vez el arcángel
del primer piso
confunda sellos
y formularios?
¿Tal vez
alguna niña humilde
atraviese los hilos
de la rosa novelas?
¿O algún pibe
De este barrio
Sea cantor de tangos
O famoso futbolista ?
Pero…
Si ya las filas se estrellaron
contra las ventanillas
¿Qué podemos esperar
de los relojes?
Moraleja
Hijos míos
no rompáis filas
pues sería
el caos y la anarquía
Contramoraleja
Tal vez tengáis razón
y comencemos
por romper las ventanillas.
*Ocho poemas para perder el tiempo, 1era edición Pablo José (seudónimo), 1987, ed. Calle Arbolada; Buenos Aires.
Hipótesis
Extraído de “Ocho poemas para perder el tiempo” *
Entre el adiós del polvo
y el primer llanto
quisimos medir el sueño
Quisimos conocer las lunas
que dura el aliento
entre la grieta roja
del ombligo nuevo
y el ínfimo soplo
de la agonía
en el caracol morado
donde el silencio
se precipita a carcajadas
sobre la última mueca
Fue entonces
que vinieron los profetas
y contaron:
cuántos eclipses contiene
el amor de una madre
y supimos:
Cuántos días en un año
Cuántas horas se ocultan
entre los astros
Y muchas más cosas supimos
…
Hasta que cansados
de arrancar cáscaras
y pieles sucesivas
a la gran naranja
nos quedamos
con la magnífica ignorancia
del primer huevo
Entonces
…
Entre el adiós del polvo
y el primer llanto
los relojes formaron
sólo una gran pregunta
Y cuando dieron las doce
del mediodía exacto
el filo obscuro
del sol sobre piedra
se confundió
con la digital precisión del cuarzo
en electrónicos cuadrantes
Y todos los relojes
fueron uno
…
El mismo collar de viejas lunas
que contamos hasta apagarlas
en la muerte nueva.
*Ocho poemas para perder el tiempo, 1era edición Pablo José (seudónimo), 1987, ed. Calle Arbolada; Buenos Aires.
José Muchnik, escritor, poeta, antropólogo, nacido en 1945 en una ferretería del barrio de Boedo de la ciudad de Buenos Aires, barrio donde anclaron sus padres, inmigrantes rusos en estas tierras. Ingeniero Químico de la UBA (1973), con la nefasta dictadura militar emigró a Francia donde reside desde el año 1976. Graduado Doctor en Antropología de l’ Ecole d’Hautes Etudes en Sciences Sociales de París. Especialista en el estudio de culturas alimentarias locales, recorrió diversos países de África y América Latina. Realizó numerosas obras de poesía, novelas, ensayos y muestras fotográficas. Entre ellas: Quince poemas por la paz, 1985, poemas. Cien años de libertad y Coca-Cola, 1990, poemas, Educa-Costa Rica. Proposition poétique pour annuler la dette extérieure, 1993poemas, (bilingüe, español-francés) L’Harmattan Paris. Arqueología del amor, 1993, poemas. Amazonia he visto, 1997 (bilingüe, español-francés) ed. Lumen Montpellier. Calendario poético 2000, 1999, poemas, Ed. Octares Toulouse. Guia Poética de Buenos Aires, 2003poemas (bilingüe), Ed. Tiempo París. Chupadero, 2005novela. Ed CICCUS Buenos Aires. Tierra viva luces del mar, 2008, foto-poesía. Pan amor y poesía: culturas alimentarias argentinas, 2008 (compilador) Ed. INTA Buenos Aires. Sefikill (Serial FInancial KIllers), palabras para el nuevo milenio, 2014, poemas, Ed CICCUS Buenos Aires. Josecito de la Ferretería, 2015, relatos, Ed CICCUS Buenos Aires. Crítica poética de la razón matemática, 2015, poemas (bilingüe, español-francés). Ed. L’Harmattan. Geriatrikón, 2017, novela, Ed CICCUS Buenos Aires. Desgarros: exilios, duelos, muros, 2018, poemas y relatos. Ed CICCUS Buenos Aires. Chant pour Paris, 2019, Ed. Unicité, Francia. Di-Amantes: 2019, poemas, Ed CICCUS Buenos Aires. « Poemas de la cuarentena », 2020, Ed CICCUS Buenos Aires. Dechirures, poemas, 2020, Ed. Unicité, Francia. “Proposición poética para anular la deuda externa”, poemas, 2021, Ed CICCUS Buenos Aires. “Tamukiz”, poemas, en colaboración con Philippe Tancelin, 2021, Ed. L’Harmattan, Francia. Cofundador del grupo franco-argentino “Travesías Poéticas” (2009); del grupo de poetas franceses “Collectif effraction” (http://effraction-collectif.strikingly.com/) (2016) y del grupo internacional de poetas “Crue poétique” (Creciente Poética, 2018). Corresponsal del periódico cultural “Generación Abierta” (http://www.generacionabierta.com.ar/generacion.htm) y del periódico argentino “Desde Boedo” (www.periodicodesdeboedo.com.ar). Miembro del concejo de redacción de la revista Souffles (Montpellier)
Email : josemuchnik@gmail.com