UN EDIFICIO DE PAPEL
No quiero dejar
los libros silenciosos y sordos,
como ladrillos puestos por la historia
y por algún buen hombre,
que supo escoger sus páginas,
logro colocarlas en algún lugar.
Hoy quiero que los dedos de las manos se muevan
y dejen las trazas de una elipse,
y ésta gire con los años.
Para que no sean los mismos libros
y los mismos hombres,
para que se hagan los nuevos edificios de páginas.
Porque de la mano de unos pocos,
del silencio de muchos
hemos sido lo que no somos,
y cuántos abismos de esos ciegan.
Nos dicen, nos llaman
nos siembran un nuevo destino
a ratos, nos llevan a conversar
con un espinal; y descalzos y mudos
vamos, si vamos
tañidos de letras y sueños,
a ver nuestras hogueras
con la garganta anudada
por donde no pasan otros motivos,
más aquel que nos hizo ajenos.
Se nos hizo el tiempo
de toparnos con nosotros.
De Los caminos del tiempo-España 2009
EL SILENCIO EN LA CIUDAD
Por las horas de las tempranas voces llegaba la algarabía vociferaba soledad entre sus corazones con su cubierta de otros días en agonía sepulta. Traía entre sus cimientos lo poco que alcanzaba en la mesa, solo alcanza a rezar los ojos que cargan tal tristeza honda. La mesa amplia y espaciosa de cachapas lustras y melodías se ha ido, se ha ido. En vez, nos dejaron unos ojos inmensos calcados de aguas vacías que lloran el paso del tiempo en el valle con su río desierto. Se llevaron las horas, el tiempo, no cantan sus gallos, atrapado entre arepas y budares, abrieron un túnel cavaron sus puertas al infierno. Por ahí van con antorchas sonrientes agarrados de manos unos con otros. Por ahí llevan a Carmen en el pecho, a Juana en los ojos dolientes, se llevaron a los niños en sonrisas crespas, los dejaron sin nada, se han llevado la zaranda, el trompo, el silencio vistoso de la Caracas de otrora, se han roto los días de concordia. Caracas no amanece bailando sus horas, ya no despierta a sus niños alegres, ya no siente el bullir de los techos rojos, ya no transita en olores de allende, sus calles huelen a cloaca y los mendigos yacen en sus esquinas. Se llevaron todo por el Mar Caribe, por las fronteras, se fueron a buscar sembrar lo nuestro en otros países. Han dejado un valle que solo sobrevive haciendo colas, se ha roto el puente en el abrigo, solo quedan soledades, casas vacías y ancianos que vagan sus días, sin piedad llevan tristeza en sus pañuelos secos de tanto bregar. La Caracas amplia ya no amanece como siempre, es otra, es otra.
SUEÑO Y SILENCIO EN LA POESÍA
El encanto del sueño
es como el de la poesía
no sabemos exactamente
lo que nos dicen sus imágenes,
solo sabemos
asumimos lo tácito
en sus hojas dejadas
a buen puerto
de estrellas y lejanías,
de exhalaciones y humos,
de neblinas y cegueras.
Sus olores y sabores,
las cataratas que caminan
por sus avenidas ,
las mujeres y la lluvia
por escaleras suben
a peldaños elevados,
se toman del silencio,
se toman de la noche el miedo,
mueren y nacen,
desaparecen y aparecen,
el todo y la nada.
Del alba y de un vaso de agua
en la mesa, sus fantasmas,
recuerdo nubes,
y sueños espejados.
No sé exactamente,
pero su desnudez
es dificil tenerla,
llevan
en sí varios cuerpos y voces,
puertas tras puertas,
una noche me lleva a otra,
un abrazo a otro,
se repiten en el lago como ondas,
los versos
como una escala infinita de notas
desordenan el nudo de la noche,
y lo hondo de sus fauces.
No sabemos cuándo salimos,
solo recuerdo
que alguna vez
me atraparon entre lecturas,
vigilias, tragos y sueños,
quizás en algún barco
la noche de los astros,
quizás la fatiga ,
no lo sé,
pero aún estoy
dentro espejado de silencios.
DIÁLOGO CON GARCÍA LORCA
Y usted Lorca después de 84 años vivo
da vueltas por Granada y Nueva York.
Pues sí comprendieran las voces
no las silencia pólvora y abierto el canto de la ventana
en el tiempo éste no se cierra nunca.
Y cuando el alma campea
en flores silvestres y en canto de mirlo.
Las azucenas floran,
los clavicordios abren catedrales
se llenan de júbilo, se pasea por los jardines insondables
cielos y toman con elegantes poses la esencia,
la muerte despierta y desnuda vence,
en la plaza
aún hay ovación por los versos
acrisolados mecen, España.
Y qué dirán del duende
juega con vosotros,
les quita hasta
lo que no tienen y nada.
Ni siquiera saben jugar con su sombra, no tocan su mirar
a usanza de toros cornea
con faena completa.
Pasa la diestra con escasa mirada
y voltea haciendo uso del coraje, venga hombre, venga
Olé ,
que más vamos a pedir de rodillas.
Pues allá en los rascacielos
de Nueva York anda un poeta sereno se oyen sus versos en Granada, España y América.
Y entonces, ¿a quién mataron ese día?,
sino fue mezquina
mirada sujeta del poder ebrio
y sentenciero, arrogante y miserable
empuño con cobardía balas de salva
equivocadas solo tocan un cuerpo.
Y son miles
los que aquel hombre lleva consigo,
eran siglos y son miles
los que lleva en hombros.
Es tan escasa pólvora
para detenerlo.
No hay, ni habrá silencio
en el infinito de su viaje,
ni cuarto que encierre
la risa del talento llueve,
sonroja hasta el pájaro en la plaza
cuando anida,
ni río que amanse el cuerpo en el tiempo.
Mañana estarán en las páginas tristes o rotas
y en las alegres redes levantando nubes,
y calles hendidas de poesías,
sumergidas en la Granada de siempre.
¡¡Que viva!! siempre y sigan los versos,
ya sabemos quiénes son los ausentes y pasajeros.
Ahí está en alma vivo
insondables versos, indelebles,
plantados en el corazón del duende.
Lo que se llora de mi es el recuerdo
del cuerpo ausente,
mi voz nunca se irá de ti, Granada.
De Diálogo con Federico García Lorca en La Gruta del Ávila (2021). Fragmento
Luis Gilberto Caraballo, poeta, artista plástico nacido en Venezuela con más de tres décadas de trayectoria. Entre sus poemarios publicados están Encuentros con el Sur (Venezuela, 2007), El árbol de las casas vacías (España, 2008), Los caminos del tiempo (España, 2009), Poemas de números y series infinitas (Portugal, 2012), Arpa Invisible (Letras Salvajes, Puerto Rico, 2020); Es tiempo de volver destellos de un regreso (Del Sur a Sur Editores, España, 2021) y La Gruta del Ávila (Letras Salvajes, 2021). Su libro Celajes de noche salió en febrero de 2022. Y sus libros Rafagas y Poemas, retazos y mares de un poema salieron en Venezuela a finales de ese año.