Marina Posata: «Alborotada la lengua»

Que me voy a poner unos zapatos
a ver si me acordono el andar
para no quedar con este tropezar
siempre con la misma palabra.

Alborotada la lengua
me tiene acorralada con el cuento viejo
de una desolación inconsolable.

Ahhh
pujáte la lengua
me digo
que se te desenrrolle el estribillo
por el que suelo caerme de cabeza.

A esta altura no concibo
la importancia de los pronombres personales
ni cuán personal me suena el yo
o cuán ajeno.

Un nuevo chiste para atarme mejor los cordones
y no atarme por el cuello
de los nudos mal hechos
a lo largo de mi historia.

Tú te me desenrrolles en mi lengua
para no quedarme atorada
en la poesía esférica
circularidad de la historia muerta en el desenlace
enlazar la frase
para refrescar la boca de palabra a palabra.

Tomo aliento
lo nuevo no es más que lo viejo retorcido
bricolaje de pedacitos de mis caídas
para darle al cuadro otro horizonte.

Raspadura en la rodilla
mordisco en el cuello
los besos púberes babosos y torpes
entornar mejor la postura de la pierna
para invitar un caminar
a este mismo cuerpo.

Buscar en el paladar blando
eso que nunca supo resonar
a ver si por fin me saco la papa de la boca
y comienzo a hablar.

Voy a vestirme de una palabra
que se me derrame por la piel
puntilla sobre los senos
abecedario jadeante de un querer
el movimiento
y cada tanto una quietud donde hacer pie
asomarme por la ventana
a ver qué paisaje voy a recorrer
en el mismo acto en que me vuelvo paisaje
de unas manos otras.


Marina Posata, escritora.