Como una divergencia imaginaria
o como una visión intransferible,
al borde del umbral de lo temible,
debajo de la vida subsidiaria,
el sueño, pensador de lo posible,
despliega su ominosa maquinaria,
me lleva a ser un dios o a ser un paria
con una convicción inconcebible.
Cada noche, con cada madrugada,
se venga del dolor de la jornada
contándome los cuentos del instinto.
El sueño es ese margen que genera
la vida que sucede, a su manera,
en un tiempo que es este y es distinto.
Pablo Porro, poeta. Nació en Buenos Aires en 1976 y creció en Junín, desde hace quince años vive en Zárate a la vera del río Paraná. Fue verdulero, mozo, repositor de supermercado, hornero, cocinero, mecánico de autos, vendedor ambulante, jardinero… Actualmente dedica sus empeños al olvidado arte de la filatelia.