Mi nombre es Manuel del Chan Arreola y nací con una rara enfermedad llamada ictiosis, un mal congénito que provoca que la piel de todo mi cuerpo se convierta en gruesas escamas similares a las de los peces, las cuales me generan una eterna comezón y una apariencia no muy grata de ver para el resto de la gente.
Esta condición no solo trajo desgracia a mi vida, sino que también marcó la de mi madre, quien, tras mi nacimiento, tuvo que abandonar su natal Aguascalientes para evitar que su familia me matara, pues a su parecer el nacimiento de un niño como yo, no era más que una aberración.
Fue así que conmigo en brazos huyó a Sinaloa, donde me crió lo mejor que pudo y para hacerme feliz, me contaba historias sobre mi padre, según ella, papá era como un rey para los suyos, alguien noble y muy atento que cuidaba de la naturaleza, por desgracia, al igual que yo era víctima de su apariencia y por ello, sobre él pendían toda clase de horrendos rumores, desde que secuestraba niños hasta que abusaba de mujeres.
Incluso mamá llegó a aceptar que también se asustó la primera vez que lo vio, pero tras un par de encuentros se dio cuenta de que en realidad él no era malvado, sino todo lo contrario y a pesar de las protestas de su padre, ella siguió visitándolo en su hogar, un lago llamado “El Campanero”, donde meses más tarde frente a sus aguas, se declararon su amor.
Aunque cursis, sus historias hicieron que por años soñara con conocerlo, jamás pensé que nuestro encuentro se llevaría a cabo por algo tan triste como la muerte de mamá, quien tras años de luchar contra el cáncer, perdió la batalla.
Con el corazón destrozado hice lo único que en ese momento tenía sentido para mí, ir a buscar a mi padre y después de hacer las maletas, emprendí el viaje hacia la tierra donde nací.
Aguascalientes resultó muy diferente de Sinaloa, no solo por el clima o la arquitectura de los edificios, sino por la mirada de su gente, estaba acostumbrado a que me observaran con desconfianza, quizás hasta con miedo, pero jamás con odio.
Decidí comenzar mi búsqueda en el lago donde se conocieron, sin embargo, cada persona a la que pregunté por el sitio se rehusó a contestarme, estaba por rendirme cuando de la nada un anciano se acercó a mí.
—¿Quién eres muchacho? ¿Qué te trae a nuestra ciudad? —preguntó.
—Hola, me llamo Manuel, Manuel del Chan Arreola —le extendí la mano.
—¿Del Chan Arreola?, ¿De casualidad conoces a Valeria Arreola? —preguntó muy serio.
—¡Sí!, es… era mi mamá, murió de cáncer hace poco, es por eso que estoy aquí, vine a buscar a mí padre para contarle lo que le pasó a mamá.
—Ya veo —sus ojos comenzaron a humedecerse—.Súbete a mi camioneta, te llevaré a donde vive tu padre.
—¿En serio? —apenas si me lo creía, por fin alguien estaba dispuesto a ayudarme.
—Por supuesto, vamos —sin pensarlo dos veces acepté la invitación y abordé su auto.
Tras una hora de trayecto llegamos a “El campanero”, en cuanto me bajé comencé a buscar por cualquier casa o construcción que se háyase en los alrededores, pero no vi nada.
—¿Dónde está la casa de mi padre?
—¿Ves aquella cueva de allá?, la que está del otro lado del lago —asentí—.Esa es su guarida —
—¿Su guarida?, ¿de qué está hablan…—Me quedé mudo al ver cómo me apuntaba con una pistola—.¡¿Oiga que hace?, ¿pensé que me ayudaría a buscar a mi padre?!.
—Y lo hice muchacho, te traje a su casa, ahora tú me servirás como carnada, ¡sal Chan, tengo algo para ti! —comenzó a gritar y segundos después, una figura humanoide se asomó desde el interior de la cueva—.¡¿Ves a este muchacho?, es el hijo de Valeria! —iluminó mi rostro con la linterna de su celular para que me viera mejor.
A pesar de las distancias el hombre me vió y de inmediato saltó al agua para nadar hacia donde estábamos y cuando estaba por llegar a la orilla, el anciano apuntó su arma al lago y a traición le disparó hasta que se le acabaron las balas, pronto el nado del hombre se detuvo y su inerte cuerpo comenzó a flotar sin rumbo sobre la superficie.
—¡Lo maté! —celebró el anciano antes de entrar al agua para sacarlo.
Emocionado utilizó la luz de su linterna para revisarlo y bajo su tenue brillo, por fin pude ver a quién había ido a buscar y aunque ambos teníamos escamas, él estaba muy lejos de ser un humano, pues tenía musculosas ancas de rana en lugar de piernas, una aleta dorsal recorría su espalda, sus dedos palmeados culminaban en garras, su boca estaba llena de afilados dientes, sus ojos eran los de un cocodrilo y de sus heridas brotaba sangre de color azul.
—¿Eso es mi padre?
—Así es muchacho, este engendro fue el malnacido que preñó a mi niña y la hizo huir de mi lado para tenerte —Desdeñó a la par que recargaba su arma.
—¿Eres mi abuelo? —me sentí consternado ante la revelación.
—¡No se te ocurra llamarme así! —iracundo me golpeó con la cacha de su pistola.
—¡Déjalo! —gruñó la creatura con una voz gutural.
—¿Sigues vivo cabrón? —El anciano se regresó para darle el tiro de gracia, pero antes de que pudiera hacerlo, el ser abrió la boca y emitió un gruñido tan potente que lo hizo retroceder del susto.
Pronto las aguas del lago comenzaron a sacudirse y de estas emergieron una docena de creaturas similares a él, las cuales apenas vieron al viejo se le abalanzaron enfurecidas y lo devoraron en un frenesí sangriento que tiñó la superficie de rojo.
Cuando terminaron levantaron a su líder y apoyando su peso sobre sus hombros, lo llevaron hacia mí y en el momento en que estuvimos frente a frente, se apartó de sus compañeros, retrajo las garras de su mano izquierda y con suavidad acarició mi rostro.
—Bienvenido a casa —lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos y al verlas lo supe, había encontrado a mi padre.
Ronnie Camacho Barrón, escritor, Lic. en Comercio internacional y Aduanas, y Técnico analista programador bilingüe (Matamoros, Tamaulipas, México, 1994). Ha colaborado en decenas de antolgías y publicado cuentos, relatos y ensayos en revistas y blogs nacionales e internacionales. Autor de dos Novelas «Las Crónicas del Quinto Sol 1: El Campeón De Xólotl» (Amazon 2019) y «Carlos Navarro y El Aprendiz Del Diablo» (Editorial Pathbooks 2020-2022), también diez libros infantiles «Friky Katy», «¿Tus papás son vampiros?», «El pequeño Rey», «Los Guardianes del bosque», «Erika otra vez», «José lo vio todo», «Una Amiga de las Estrellas», «Las Rivales», «Los Campeones» y «Los Trillizos mágicos», todos con la editorial Pathbooks y traducidos en 6 idiomas, su más reciente obra una antología de cuentos titulada «Entre Nosotros» (Amazon 2021).
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