De una
contradicción se
sigue cualquier cosa.
El sueño
es un puente
peligroso y solitario,
madera diluida en agua
que pierde consistencia
en el milagro.
Algo esperas encontrar
en la muerta realidad
que alardea alegría
como fin
de un comienzo.
Ella muere y se convierte
en víbora, en pecadora
de la luz.
¿Hace falta tanta claridad?
II. Lo real
Detrás de las palabras, nada.
Ni sombras para no decir
ni luz para aclarar los días.
A las palabras
se les disipa el viento
o la magia o el perfume divino.
Detrás de ellas ni vos ni yo,
ni el todo estrujado
ni la gracia explayándose.
El parque, el jardín
de las palabras, no existe.
El otro rostro, la medianera
que hay que cruzar o la hoguera
donde incendiar los ánimos,
piden ser nombrados
por no soportar
carencias.
Llueve, hace frío
y el hombre amado
cocina en algún lugar.
Hace ya de esto muchos años.
Eso que no se dice
dibuja el tiempo
y el espacio.
III.
Las dos hamacas, padre,
ajustan cuentas en su balanceo.
Hoy rechinan fábulas nuestras,
oxidando permanencias
en un cuadro inútil
En un rincón del fondo
la abuela purgando rosales.
Por la noche un techo de chapa
susurra espectros con zumbidos
Hacia un recuerdo mezclado, mítico,
escribís en soledad versos que nadie leyó.
Fue un accidente, no podía dormirme;
revisé los papeles y olvidé tu nombre
En un sueño contabas cómo una mujer
se convierte en monstruo cuando un hombre
intenta poseerla. Me asusté, no sabía quién eras,
pasé de página y me alivió el dibujo de una flor
Como por obra de alguna resurrección,
lo mejor que pudo pasarnos
fue la caída del principio
de identidad
La mesa está servida en la misma escena,
pero ni vos ni yo, padre, asistimos
iguales al encuentro
(a Carlos Alberto Lo Gioco)
IV.
Irás diciendo lo que te mire de frente,
deba o no ser posible.
Hablarás sin volver al páramo
del que partiste,
calzándote del paso irrepetible.
Irás tejiendo signos en tus ojos
que te necesitan para no perderse.
El mundo te recordará
que lo que está delante
desaparece cuando lo conoces.
Otro paisaje te pedirá que lo abrigues
porque nada se salva de su niñez.
V.
Cerré una puerta
Abrí un cerrojo
y un hipocampo
se deslizó en el agua
Nadamos juntos
el abismo
de estar solos
Abrí un cerrojo
y huyó la aguja del pajar
Carla Lo Gioco, escritora, psicóloga, actriz, tarotista y docente nacida en La Plata, Argentina. Estudió la Licenciatura y el Profesorado en Psicología en la Universidad Nacional de La Plata, donde actualmente colabora en tareas académicas y de investigación. Desde 2015 es actriz y asistente de producción en obras de teatro independiente. En 2017,integra Tarot Poético, grupo de artistas escénicos que improvisan teatro y poesía en vivo en un espectáculo de lectura de cartas. En 2018 crea Concierto Poético junto a la cellista Julia Raffo, dúo de poesía y música que ha realizado presentaciones en centros culturales y espacios literarios de la ciudad de La Plata y alrededores, como la Casa de la Poesía en Berisso. En 2019-2020 es becaria de entrenamiento en investigación en la Comisión de Investigaciones Científicas (C.I.C) – Provincia de Buenos Aires, donde estudia temas vinculados a la Psicología del Lenguaje y a la detección temprana de dificultades en la lectura. Actualmente coordina talleres de escritura creativa, acompaña, edita y supervisa obras de poesía y letras de canciones.
carlalogioco@hotmail.com
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