El Payaso Mosquito

Desconcierto, risa, asombro. Esa extrañeza tierna, alegre, que Mosquito convoca en los niños y en la honda niñez de los adultos, en subtes, paseos públicos, en las familias que deciden festejar.

 Creo que Mosquito nace a mis cinco años de edad. Cerca de casa había un terreno baldío donde el piberío se juntaba a jugar; ese día vinieron dos payasos y me quedé mirándolos todo el tiempo, fascinado: supe que iba a ser payaso. Al terminar uno de ellos se acercó… y me colocó su peluca.

 Comencé a actuar a los quince, ahora tengo cuarenta y uno; digo que todos los días del niño son mi cumpleaños porque empecé un día del niño. Me puse a estudiar, magia, escuela de circo, a mirar, a aprender… Hoy me gusta enseñarles a los chicos. Y sigo estudiando.

 Donde me llaman (para una fiesta) voy, no me importan las distancias; conozco la mayoría de barrios y villas. Arriba del tren estamos organizados en una mutual de vendedores y artistas. Una vez al mes nos juntamos en Puerta de Hierro y hacemos una función; todo lo que conseguimos, alimentos no perecederos, etc. se distribuye entre la gente que lo necesita. A veces me subo a un tren, bajo en algún lugar, hago un show en la plaza, subo otra vez al tren, bajo y hago show en otra plaza, y así… Muchos me contratan por haberme visto en las plazas. Ahora en un rato arranco función en el kilómetro 32, luego en el 41, después nos encontramos con los chicos de kung fu en Laferrere para una exhibición que va a permitirles a varios pagar las inscripciones a una competencia de mañana en La Reja…

 Cuando soy Mosquito… la gente me ve y hablo con las personas desde que empiezo hasta que termino. Al llegar a casa recapitulo, cada momento…

 Vi de todo, peleas, discusiones… ¿cómo decirlo? Veo un mundo… descontrolado. En la calle la gente está eléctrica… Yo entiendo, la situación económica no es buena y a partir de ahí creo que vienen muchos problemas. Se nota cuando cobran su salario, y que una semana después la pasan feo. Corta te la digo: desde que vino Macri la gente no está feliz. ¿Pero cómo no van a estar mal si no tienen laburo, no pueden pagar las cuentas, darles a sus hijos lo que merecen, si ni comer pueden? Después, todo el mundo tiene sus problemas…

 Uf, claro que (aun así) disfruto de sacarles una sonrisa… a los pibes y a los grandes también.

 Yo espero que el que me ve y escucha vuelva a la casa bien, se dé cuenta que su problema no es todo, que hay cosas peores, le encuentre la vuelta, que salga de ahí y haga algo…

 Cuando veo a alguien que está mal me acerco despacito, trato de darle alguna palabra… si no fuera Mosquito supongo que también lo haría. Me ha pasado que días después me vuelve a cruzar y me agradece.

 El payaso tiene varias cuestiones… Primera y principal, llevarle alegría a la gente. Segunda, inculcarles a los chicos el deporte, el arte y los valores. Tercera, que encuentren a Dios en su corazón. 

Cuando soy Mosquito me transformo, no me importa nada. Cuando no soy Mosquito… El que no es Mosquito en mí no sé… piensa demasiado; está re-loco. Mosquito… es más cuerdo, más humano.

Mosquito, payaso.

Contrataciones: Facebook: Mosquito el payaso

Entrevistadores, Luis Zavatto y Miguel Ángel Rodríguez

Fotografías, Julián Romero.

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