Entrevistamos a Jorge Hardmeier, escritor, dibujante, guionista, ensayista, periodista, poeta, editor y arquitecto.
Lo convocamos para este encuentro a propósito del tema «Biyuya» y aprovechando la suerte que tenemos los lectores de una nueva edición (un poco más corta, trabajada con la talentosa Virginia Janza) de su libro «Miguel Ángel Bustos, biografia de un poeta militante» y la publicación de un nuevo libro de próxima aparición «Variaciones Di Benedetto», ensayo e investigación sobre una de las figuras clave de nuestra literatura Antonio Di Benedetto.
D111- ¿Qué relación tenés con la plata, la guita, la Biyuya ?
Hardmeier- En principio me gustaría pensar que esa relación tiene mucho que ver con la historia personal de cada uno, en mi caso soy de Lanús, nací en una casa de laburantes pero me críe en Fiorito. Tuve una infancia hermosa, a 15 cuadras de la casa del Diego. Yo y mis amigos jugamos en los mismos potreros, todos los del barrio vivimos en carne propia el mito Maradoniano mientras estaba sucediendo.
Maradona para mí, que me encanta el fútbol, y para todo el pueblo, para los barrios pobres digamos, es un santo, con todas las contradicciones del caso, como todos los santos.
Artesano de la palabra:
D111- ¿Y cómo trabajas esta pasión como artista ?
Hardmeier- En vez de artista prefiero pensar que toda actividad humana que se hace con pasión es artesanal, en ese caso soy un artesano de la palabra.
Yo amo hacer entrevistas, hace mucho tiempo que las hago, tengo tres libros publicados de diálogos con más de trescientos artesanos, a escritores, a músicos y a otros artistas. El último, “Perfiles Vernáculos, Diálogos», incluye a artesanos de diferentes disciplinas… Por ejemplo una que me gustó mucho hacer fue la de León Ferrari, un crack, y a pesar de su enormidad, muy humilde. Fui al departamentito que tenía en capital con una fotógrafa, por la mañana. Él ya era un hombre grande junto con su mujer y apenas llegamos nos invita con una copa de cogñacito. Nosotros no lo queríamos incomodar, no se moleste le digo, y la mujer me contesta: mirá que nosotros vamos a tomar igual eh! Un crack!
Volviendo a Maradona hace unos días hice una entrevista a Jorge Boydo, que es un fanático del Diego (se lo conoce como el caza murales de Maradona) y saca fotos a los murales que le hace la gente a su ídolo santo. Es un fotógrafo fantástico, no solo por el tema sino por la composición que hace en las fotos, no son los murales solos, hace una composición con gente o con una situación espontánea, las contextualiza, son obras muy interesantes y conmovedoras.
La entrevista se la hice en el santuario de Maradona en la cancha de Argentinos Juniors, fue muy interesante nuestra conversación y surgió en parte en ella algo curioso: no hay murales de ningún tipo en la Recoleta o lugares conchetos! Es muy curioso y habla de que Maradona es un ídolo de las clases populares y trabajadoras.
También ahí en el santuario conocí a un médico pediatra que durante la pandemia para relajarse de las angustias del trabajo había comenzado a dibujar y su hija le comentó que era fantástico lo que estaba haciendo, de ahí nació un álbum de figuritas del Diego que son hermosas y exquisitas, el doctor se llama Alfredo Blanco.
Con el caso Maradona podemos ver los intereses que se juegan alrededor por la guita.
Lamentablemente el fútbol ahora es un negocio obsceno.
Si hay fuego, llevemos la nafta:
D111- ¿La biyuya lo transformó en un espectáculo, como decís en el análisis sobre el pensador Guy Debord?
Hardmeier- Sí, tuve una época que me obsesioné con este genio, tenemos que ubicarlo como un imprescindible en las revoluciones estudiantiles francesas del Mayo del ’68.
Uno de sus libros más famosos «La sociedad del espectáculo» es premonitorio de lo que está ocurriendo ahora, el dinero tiene una presencia cotidiana donde todo tiene precio. No solo en el fútbol se nota eso.
Miguel Ángel Bustos decía algo parecido a esto: hemos dejado de poder transformarnos en dioses para transformarnos en simples mercaderes.
Lo mismo que Debord, cuyo pensamiento podríamos enmarcarlo dentro del post marxismo, al igual que otro crack, Bifo, Franco Berardi, italiano que estuvo hace poco en Argentina y sigue la misma línea. Acuerdo con ellos.
Debord tenía una habilidad publicitaria y revolucionaria, se le ocurrían slogans, muy típico de ese movimiento. Por ejemplo escribían en las calles, frases que él inventaba: dónde hay fuego nosotros vamos con la nafta.
D111- Nosotros podemos convenir que el sistema capitalista es muy perverso y utiliza sus recursos sobre las ideas circulantes en especial por los medios de comunicación transformando los discursos hacia sus propios intereses. Por ejemplo ahora en la pandemia, al comienzo de la misma se hablaba de «distancia física» como forma de cuidado, ahora se habla de «distancia social»…!!
Hardmeier- Tal cual. Esa mutación discursiva ya la analizaba Debord en la década de los ’60, donde decía que el capitalismo siempre manipulaba, incluso con los medios de esa época él denunciaba que la comunicación era algo aparente, pareciera que estamos más conectados y al mismo tiempo estamos más separados. Ahora por ejemplo yo tengo 4915 seguidores en Facebook y… ¡me siento tan solo como antes! No sé si el mundo actual es mejor o peor que el de antes, pero a mí no me gusta!!
Educación al palo:
D111- Cómo fueron tus años de formación como lector- escritor ?
Hardmeier- Es bueno el concepto lector-escritor, en mi caso también debería agregar oyente. En esto entra el tema de la educación, a mí me influyó muy poco positivamente lo escolar.
Me entusiasmé como lector a los 8 años leyendo historietas de Tarzán, era mi héroe. Un par de años más tarde mi viejo compraba los libros del ”Círculo de Lectores” y ahí leí algunas traducciones de los yankees y no sé como apareció un libro de Cortázar, así arranqué. A Cortázar no lo leo más pero me parece muy interesante volviendo al tema de la educación porque es un escritor que te impulsa a leer a otros; a los pocos años también leí a Nietzsche que me evaporó el cerebro.
Mi pequeño aporte sobre mi pasión por esta profesión y por la literatura tiene que ver con el concepto de disparador, es lo que te hace ávido de lectura, escritura y de oyente musical.
Con un cañonazo llegó mi segundo gran amor: Spinetta. Alrededor de los 12 años lo escuché por primera vez en un cassette, me hice fanático y 2 años después recuerdo un recital en Barrancas de Belgrano, plena época de la milicada asesina, fui con permiso de mis padres para ir desde Lanús, que era como ir a Tanzania aproximadamente, y volver ni te cuento con 13 o 14 años!
El Flaco me dio mucho, no solo música sublime, las letras de sus canciones son un estimulo permanente para iniciar e incitar nuevas lecturas, me rompió la cabeza; así aparecen Artaud, Poe, Castaneda, Foucault, y muchos otros más…
El Himalaya:
D111- ¿Y con la obra de Miguel Ángel Bustos cómo fue el encuentro?
Hardmeier- Leí en los ’90 «El Himalaya o la moral de los pájaros» y fue un deslumbramiento.
En esos años, con gente despierta, elaboré y fundé «El Anartista», y fui trabajando desde el formato entrevistas la obra de Miguel Ángel; así se fue conformando un corpus, una investigación para saber sobre su vida, su poesía.
A finales de los ’90 salió en la revista una nota central sobre Miguel Ángel Bustos que incluía datos de su vida que me llegaron a través de su hijo Emiliano, con el cual entablé una relación intensa hasta el día de hoy.
Hacia el 2010 tuve noticias de que habían encontrado su cuerpo; saben que era un desaparecido aunque primero desaparecieron su obra en la dictadura. Entonces le sugerí a Emiliano por qué no escribía la biografía de su padre, él me contestó que quien más sabía de su obra era yo, y así fue construyéndose la cosa…
Misticismo:
Yo soy místico por las cosas que me pasaron en la vida y Miguel Ángel también lo era, más bien era un cristiano herético.
Siempre se tiende a pensar en él por su militancia durante su corta vida… Aclaremos: la vida de un artesano no tiene gran importancia, su obra sí, aunque tengan relación. Por ejemplo a mí me gusta mucho Wallace Stevens, el poema «El hombre de la guitarra azul» es extraordinario, y él era un oficinista!
Seis años tardé en terminar el libro y fue muy difícil porque su obra es rizomática; entonces me gané el premio del fondo nacional de las artes, largué todo lo que estaba haciendo y terminé el libro.
Di Benedetto:
D111- ¿Y con Di Benedetto también fue misterioso?
En el caso de ”Variaciones Di Benedetto” tiene que ver nuevamente con lo místico, cosas muy locas pasaron. Comenzó con un documental sobre él; tuve que viajar a Mendoza un montón de veces como guionista del mismo. El director del documental se casó y no lo hizo… entonces yo había grabado todo lo trabajado, y arranqué. Luego apareció Scafati, el gran dibujante. Después se agregaron al impulso Jimena Néspolo (¡imprescindible trabajo de ella sobre Di Benedetto!) y Martín Cohan, que son la parte literaria de los aportes; los demás son testimonios de cuando estaba en el diario “Los Andes”, de su infancia, de sus compañeros de la escuela secundaria, de compañeros de trabajo y de su vida, de lo que había sufrido en la relación con su hija (mucho no lo quería al padre).
Así fue como fui estructurando el libro, como una «suite».
Una vez que me decidí a hacer el libro sobre Di Benedetto… que sólo me falta elegir la editorial para publicarlo… ya en Mendoza siguieron ocurriéndome cosas extraordinarias. Resulta que alguno de los conocidos ya nombrados tenía relación con la hija del primer editor de «Zama», con quien había tenido una especie de epistolario con más de 300 cartas. Ella me permitió el honor de leerlas y asombrosamente quería que yo las tuviera; no lo podía creer, es más, todavía no lo creo! Es un tesoro excepcional y parte de ese tesoro se encuentra en el libro. Volviendo al maestro mendocino… también resulta místico y participa de mi libro, cuál es el motivo por el cuál el 24 de marzo se lo llevan para torturarlo. Hay dos versiones. La de Juan José Saer (que es quien consagra a Antonio y a otros escritores como por ejemplo Juan L. Ortiz o Macedonio Fernández) versiona que el problema fue de polleras, cómo se decía antes.
Pero trabajé con otra versión que en realidad me fue transmitida místicamente por un jefe de redacción del diario de Di Benedetto (recordemos que ser director de ese diario era lo mismo que ser gobernador de Mendoza), un periodista y escritor llamado Manuel Corominola, otro crack al que pude entrevistar.
D111- ¿Y en qué consiste la hipótesis?
Hardemeier – Declara algo así como… Bueno ¡hay que leer mi libro!
D111- Jaa! Y en el camino… ¿conocés gente normal? ¡son todos popes!
Hardemeier – Es místico…!!!
Jorge Hardmeier, escritor, dibujante, arquitecto, guionista. Publicó los libros de cuentos “Sobrespejos” (1998), “Animales íntimos” (2002) y “Arquitectura antigua” (2011); los de divulgación “Artaud para principiantes” (1998) y “Poe para principiantes” (1999); el poemario “Juguetes antiguos” (2015); “16 entrevistas a escritores” (2015), “Miguel Ángel Bustos, biografía de un poeta militante” (2018), “Entrevista a la música argentina” (2020), “Perfiles Vernáculos. Diálogos” (2020) -una serie de entrevistas a personalidades de la cultura argentina-. Fue secretario de redacción de la revista “El Anartista”, incursionó en la dramaturgia y en la radio, colabora con sus notas y entrevistas en diversos medios.
Entrevistadores, Miguel Angel Rodriguez y Gabriel Vargas.