M. Alejandra Fanzi Brambilla: El punto

Los griegos la llamaron imago; siendo una representación visual, la imagen manifiesta su apariencia, «reina» del mundo.

Nace por el ritmo de un punto, donde su intensidad de movimiento se refleja en la huella construyendo con su andar la línea. Es cuando la magia se concreta y se pierde en un mundo infinito, simbólico, metafísico, onírico y comunicativo.

El punto posee el honor de ser el elemento primario, la representación de la mínima expresión plástica, el cual carece de dimensión, solo tiene posición.

El punto es el inicio.

Valorizar la función del punto en las artes visuales es, a mi entender, valorizar un elemento prodigioso con diversidad de funciones. No sólo es el origen de la imago, es el que la estructura construye y equilibra con su densidad. Es el primer elemento que la mirada encontrará en una obra.

La forma que construye la imagen distribuida en un soporte, relacionándose con texturas y color, cobra vida cuando el espectador y ella interrelacionan en un determinado tiempo, época y espacio.

El inicio del proceso creativo, se origina por un disparador emocional (en un alto porcentaje) pero, sin lugar a dudas, penetrando en las fibras profundas del artista que expone en sus obras toda su humanidad.

Poseedora de un lenguaje de comunicación veloz, intrépida, impactante, simbólica, movilizadora y contextual, la imagen mantiene su reinado desde sus inicios y el punto da el punta pie inicial para que esto suceda.

El punto, creador en su máximo contraste blanco/negro, ¿inicio o fin?

M. Alejandra Fanzi Brambilla, profesora de artes en artes visuales / muralista