Eduardo Rojas:
Escribir o no escribir. Esa no es la cuestión para María Insúa. Ella escribe. No como el acto de una voluntad inmune a todos los cantos de sirena que acechan a quien lo hace, sino como el resultado de un devenir que empuja su mano y la lleva a trazar signos sobre un cuaderno. Así de fluido es su modo de narrar. Este diario, que invierte en su título la invocación de otro, el “Mientras escribo” de Stephen King, nace luego de que la autora pone en pausa la elaboración de una novela; dice: “Venía bien con una novela que ya casi, pero el ya casi es nada si no se escribe. La empecé en un cuaderno y después la fui pasando a un Word”. Las dudas, el desconcierto frente al acto de escribir, la empujan a abordar este diario de escritura que se afirma por la negativa; escribo mientras no escribo, escribo porque soy, escribo para ser. Diana Bellesi, su poesía, su vida narrada en el documental “El jardín secreto”, es la voz que guía a este diario, su punto de arranque y tal vez su meta. El camino que recorre entre uno y otra la lleva no obstante a un destino propio, a un lugar en el que su voluntad de escritura se libera para ir y volver en el tiempo, del pasado al presente, de la infancia a la madurez, del amor al desamor. En cualquiera de esos vértices la soledad parece ser el fin. Una soledad de algún modo elegida. Una soledad que sangra, como el cuerpo de la autora, que pide reparo mientras observa al mundo y lo cuenta como una novedad. La mirada sola se posa sobre otros lugares, sobre otras personas y cosas y narra, cumpliendo su destino de ser escritura atravesada por la poesía. La poesía está antes y después de toda escritura. Algunos la hacen suya en cualquiera de esas estaciones. María Insúa es una de ellas; su voz discreta y melancólica se asienta sobre una prosa precisa, que nombra a su objeto sin dar rodeos, sin recurrir casi a la metáfora. “Este diario a veces me pide metáforas, imágenes literarias y a cambio, me permite el silencio”. A veces, algunas pocas, la metáfora aparece sin imponerse al texto, acompañando las modulaciones de su voz escueta y precisa, adjetivada con escasez y justicia. Bienvenida simpleza. Bella. Implacable.
Mientras no escribo de María Insúa se puede adquirir comunicándose con la autora (IG maria.insua.121) o con la editorial limbo (IG limbo.escritorasyescritores) o en más de treinta librerías.
La editorial limbo es un proyecto colectivo y colaborativo. Las escritoras y los escritores de este proyecto deseamos que “Los libros circulen. Publicamos para convertir nuestra tarea solitaria en una fiesta colectiva”.
María Insúa, escritora, docente. Nacida en la ciudad de Buenos Aires ejerce la docencia en la Universidad Nacional Arturo Jauretche. En 2016 publicó el cuento “Eliseo”, en una plaquette del sello Paisanita Editora; en 2018 partició en el libro Martes verde. En el mismo año participó del libro La visita, edición a cargo de Garmán Weissi y Alejandro Parrilla. En abril de 2019 el sello Paisanita Editora, publicó su novela Bicho taladro. En 2020 su cuento, “Cuidado intensivo”, formó parte de la Antología 2020 de Paisanita Editora. En diciembre de ese mismo año su cuento, “Perón es una pasta que se jala”, estuvo entre los ganadores del concurso Derivas Urbanas. En 2022 participó en la antología Corpus epistolar de la pandemia, publicada por Ediciones en Danza. En 2023 el sello Limbo, publicó su diario Mientras no escribo. IG maria.insua.121
Eduardo Rojas, escritor, crítico de cine, abogado. Colaborador en medios especializados de España, Perú y Canadá. Publicó los libros de cuentos “Puma cebado” y “Zona de peligro” y la novela breve “Resaca”. Ganador del 1° Premio en el Certamen de Cuentos “V de Vian” y de novela breve “Bernardo Kordon. Tercer premio FNA categoría Cuentos.