una vez compré unos zapatos que no necesitaba recuerdo que fui y vine varias veces frente a la vidriera saqué cuentas con lo que costaban me alcanzaba para comer un mes recuerdo que pensé en cada hora de vida arrojada al trabajo por dinero pensé que tenía un evento que ameritaba unos zapatos así de innecesarios ¡cómo te vas a comprar esos zapatos! me dije y calculé los días de trabajo que me quedan en la vida lo que podría ganar lo que nunca mientras seguía junto a la vidriera y una chica detrás mío se quejaba porque le habían regalado un ifon que no era el que quería y un pibe tiraba un carro lleno de cartones ¿se puede medir la desigualdad del mundo en pares de zapatos? pensé frente al espejo gigante del local bajo las luces duplicadas debería haberle dado la plata de los zapatos al pibe me repetía ya en casa revolviendo la olla de la sopa aunque hubiese sido más justo que sea la chica la que le regalara el ifon me convencí ya subida a unos zapatos estúpidamente lindos en medio de una reunión en la que por suerte nadie les prestó atención
María Sueldo Muller, escritora.