Victoria Onetto: «Cultura y Arte en Avellaneda»

Devenir 111: A partir de la fecha que asumiste en la función de Secretaria de Cultura y Promoción de las Artes, ¿cómo se jugaron  tus expectativas, y en qué punto está el panorama actual en Avellaneda?

Victoria Onetto: Asumí el primero de julio de 2018, hace un año y algunos meses; me parece interesante la pregunta porque es tener el recorrido del calendario de un año de lo que significa “Cultura Avellaneda”; me da una visión más amplia sobre todo lo que se desarrolla en las cuatro direcciones  que componen la Secretaría de Cultura y Promoción de las Artes.

Una es la de Artes y Espectáculos, de la cual depende el teatro Roma, que es un esfuerzo enorme, nosotros somos un municipio, somos estatales, funcionamos sin producción propia, tengo en vista a corto y a mediano plazo poder funcionar como el teatro San Martín o el teatro Cervantes. Crear nuestra propia compañía. Programamos la sala de miércoles a sábados. Significa que cada noche hay un espectáculo distinto, que significa programación, producción y contratación, eso es mucho trabajo porque debemos comunicar una función cada día.

TEATRO ROMA

Con el objetivo de democratizar el acceso a los bienes y servicios culturales a los vecinos de Avellaneda que son los verdaderos protagonistas de la gestión cultural, contamos con precios sumamente populares y abren el acceso a ver primerísimas figuras que en la calle Corrientes tienen precios inaccesibles. Figuras como Gerardo Romano, Cristina Banegas, Luisa Kuliok y próximamente retorna Mauricio Dayub. Espectáculos de primer nivel a precios populares, que termina el vecino abonando cincuenta pesos por espectáculo con el sistema de Pasaporte Roma que comprando entradas para tres espectáculos el cuarto es gratis. Esto hizo que creáramos audiencia, la sala del teatro está llena, importante para el espectador y también para el artista que pasa por el escenario. Paralelamente a esto, nuestro objetivo es poner en movimiento toda una industria cultural detenida, que el neoliberalismo se obsesionó con desarticular. ¿Qué quiero decir con poner en movimiento la industria cultural? Es que Avellaneda produzca trabajo y a través de esta propuesta de dar trabajo, dignificar a cada trabajador o trabajadora. No sólo son ellos los protagonistas los que están arriba del escenario cuando hablo de la industria cultural, porque atrás están directores, escenógrafos, autores, asistente de dirección y a parte se pone en funcionamiento toda la industria local de Avellaneda. Cuando salen los quinientos vecinos del teatro toda la zona se jerarquiza, los bares trabajan más, los quioscos, los taxis… Este objetivo también nos distingue.

Para mis colegas compañeros actores y actrices Avellaneda es una plaza a la cual quieren venir.

Devenir 111: Situás cierta relación entre el arte y la generación de trabajo…

Victoria Onetto: Ese es el punto nodal dentro de nuestra gestión cultural, hay quienes creen o hablan a veces de asistencialismo; yo estoy muy en contra de ese concepto, me parece que cuando uno logra definir estos planos en un equilibrio, están los dos en el mismo nivel. Realmente la industria cultural necesita de políticas públicas activas con un Estado presente. Hay un intendente como Jorge Ferraresi que tiene esta sensibilidad y entiende la cultura como política pública.

Aparte del Teatro Roma disfrutamos de la Sinfónica Municipal; el estado municipal de Avellaneda sostiene el trabajo de cincuenta músicos estables que cobran sueldos estables, ensayan tres veces por semana y realizan tres óperas al año. Y la Orquesta Municipal de Tango, con treinta músicos y un director.

También corresponden a esta Dirección todos los espectáculos públicos, los grandes shows como el de Silvio Rodríguez el año pasado, y ahora viene la Bersuit. Más los festejos “Orgullo” que se realizan en los barrios –“Orgullo Wilde”, “Orgullo Domínico”, “Orgullo Sarandí”…-.

Hay otra Dirección que componen los ocho Institutos de enseñanza artística, más las dos Escuelas municipales. Prestigiosos no solamente por la calidad de su enseñanza, sino por el impacto que para los estudiantes significa pasar por ellos y obtener títulos terciarios, la mayoría avalados por Di.Pr.E.Ge.P –que es la Dirección de la Provincia-. Institutos de cine, fotografía,  teatro,  música, educación por el arte, cerámica, artesanías y folclore, de artes plásticas, de danzas –en el cual sostenemos un ballet municipal con veinte bailarines estables- y de circo, con tres sedes. Es una Dirección muy compleja y ardua, son cuatrocientos cincuenta docentes con directivos y más de siete mil alumnos, que vienen a estudiar de manera libre y gratuita. Esto es una decisión política; nos da orgullo que Avellaneda sea sede de estos Institutos.

La tercera Dirección es la de Arte y Patrimonio. Su edificio central es el CMA (Centro Municipal de Arte), construido en 1886 y puesto en valor por la gestión de Jorge (Ferraresi), con cinco salas donde se inauguran todos los meses exposiciones, dando oportunidad a grandes artistas nacionales y desde luego del municipio a exponer sus obras.

También en el CMA contamos con un estudio de grabación de bandas locales; a más de doscientas bandas de la zona les grabamos sus discos y articulamos para que hagan presentaciones en distintos puntos de la zona.

En estos momentos estamos abriendo un teatro. Es una locura, se me pone la piel de gallina. En Wilde funciona un cine municipal y Jorge (Ferraresi) adquirió el terreno de atrás y está abriendo un teatro. Con cinco camarines, una boca de diez metros y cinco de profundidad –el triple de lo que es la sala del Tinglado y el Camarín de las Musas-. Vamos a programar viernes música y sábados teatro. Es una sala para ciento ochenta personas. Poner en funcionamiento esta industria cultural nos honra.

Devenir 111: Planteás que en un estado de situación donde se cierran empresas y fábricas, en Avellaneda se abren teatros…

Victoria Onetto: Donde se cierran ministerios y se desjerarquiza  la cultura acá nos agrandamos. En realidad es muy significativo. Es significativo dado que yo no vengo del palo de la gestión y con humildad asumí este compromiso y antes tuve la oportunidad de formarme, de decidir meterme en la gestión. Realicé mi postgrado en gestión en política cultural y comunicación en FLACSO.  Trabajar bajo el ala de un intendente como Jorge (Ferraresi) que realmente tiene la sensibilidad de entender a la cultura como una política pública, dando cuenta de que gestionar es hacer. Cuando uno ve que de el otro lado cerraron esto o lo otro, lo cual también es decidir. Sentir que soy parte de “ser cultura Avellaneda” es muy grande y espero estar dejando mi huella en cierto sentido.

Por último la cuarta Dirección,  que es una instancia que a mí me da mucho placer y le pongo el lomo, es Ciudadanía Cultural. Trabajamos en los territorios, en cada zona de Avellaneda; tenemos quince puntos culturales con más de doscientos talleres descentralizados. Además de darle trabajo a doscientos talleristas, en estos puntos culturales se desarrolla su propia cultura. No creo que la cultura tiene que ser dominante ni la pienso como que nosotros la llevamos hacia los barrios, no, los barrios ya tienen cultura. La identidad, la historia, la cultura ya está en los barrios. Nosotros lo que hacemos con este programa es que si en el barrio surge la necesidad y hay diez señoras que quieren bailar tango ponemos profesores de tango, si hay diez chicos que quieren estudiar danza armamos un taller de danza. En épocas donde el neoliberalismo auspicia la cultura del desencuentro, la meritocracia, el sálvese quien pueda; nosotros creemos al revés, en la cultura del encuentro, de la solidaridad, de estar atento a lo que le pasa al otro, que el otro sea una persona y no un número.

Esos puntos son realmente nodales dentro de la política cultural. No son lugares donde los vecinos sólo van a distraerse o a desarrollar una futura profesión; son importantísimos lugares de encuentro y contención social. Cuando la escuchas a Cristina (Fernández) diciendo que “Hay que reconstruir tejido social”, es a partir del territorio.

Todas las semanas hago recorrida por algún taller de los centros culturales y les juro que el contacto de los vecinos es realmente transformador, dado que la política es una herramienta transformadora y la cultura es una herramienta de inserción social.  Les voy a contar algo, había ido a visitar un taller de cerámica en Villa Tranquila, un barrio muy humilde. Nosotros articulamos este programa con la Dirección de enseñanza artística haciendo visitas de los talleres a los institutos. Una vecina de nombre Fanny que hacía un taller en Villa Tranquila, a partir de una visita al Instituto de cerámica, quiso ir y hoy estudia allí: le cambió la vida.

Devenir 111: Venís haciendo dos cosas con intensidad, actuación y política cultural. Siendo que el disparador presente de Devenir 111 es “Deseo”, ¿cómo pensás esa dimensión en vos? ¿cómo se te jugó a la hora de decidir gestionar?

Victoria Onetto: El deseo es todo en la vida, si te falta el deseo no te levantás a la mañana… En realidad el deseo de incurrir en la política y en la gestión cultural tuvo que ver con que ganara el neoliberalismo. Yo tengo una convicción y una ideología política marcada que no sólo tiene que ver con lo que pienso o siento; le soy leal a una historia que llevo en la sangre de nuestra historia nacional militante. Cuando subió la derecha dije “Esto no está bueno” y tenía dos opciones, quedarme a patalear en la periferia sabiendo que todo lo que iban a hacer me iba a enojar, o tratar de cambiar algo desde adentro –que fue lo que hice-.  Y sabía que era desde lo cultural porque toda la vida laburé de esto, desde los trece años. Decidí formarme, darle un marco de conocimiento a lo que venía realizando. Por otra parte sabía que cuando lo lograra, porque soy muy perseverante, me iban a dar con un caño. Y así pasó; cuando Jorge (Ferraresi) me dió la oportunidad de trabajar en la función pública todos los medios machirulos liberales dijeron: “¿Qué mérito puede tener esta actriz-meretriz-puta?” En ese orden; y encima mujer, pecado capital. Entonces los dejé hablar, obviamente iba recontra bancada por los compañeros y por el intendente. A los tres días clavé el título y se tuvieron que callar. Después me ocupé de trabajar como hasta ahora, con decisión, entrega; con este deseo –como proponen ustedes- de poner a Avellaneda en lo más alto a nivel cultural. Avellaneda fue, es y seguirá siendo cuna de la resistencia, potencia cultural. Espero que mi paso también deje huella, hay cosas que se están viendo que antes no se hacían como la Feria del Libro y eso ya marca un sello de mi gestión.

Avellaneda es modelo de gestión y es muy gratificante ser parte de un tramo de la historia.

Valoro el apoyo de todos los actores y artistas; ver en mi asunción a personas como Rita Cortese, Cristina Banegas que fue mi profesora desde que tenía catorce años… En esa época, cuando estaba preparando el monólogo de Lady Macbeth… “Hasta el cuervo enronquece anunciando con su graznido…” Yo, con todos los prejuicios que traemos, pensaba que si una era linda no te van a tomar en serio como buena actriz; entonces me afeaba, usaba chatitas, ropa grande… Y fue como un antes y un después que Cristina (Banegas) me dijera “Mirá, lo que estás haciendo me encanta, pero la clase que viene te venís con unos tacos de quince centímetros, te pintás la boca de rojo, te sacás esa carpa y te metés un vestido ajustado y hacés lo mismo. Lo hice así y apareció una Lady Macbeth que fue una cosa terrible y dije ahhhh. Hay una contradicción muy grande que tiene que ver con toda esta cultura misógina, machista y patriarcal, con que las mujeres que cumplen ciertos requisitos estéticos no pueden ser inteligentes. De esto tuve mucho en mi carrera, tuve que luchar para que me consideraran como buena actriz, y ahora voy a seguir luchando para que me consideren buen funcionaria.

Justamente… si Jorge Ferraresi eligió que fuera una mujer la candidata para ocupar el cargo se debe a esta sensibilidad y esta mirada deconstruida en la persona de él. Uno de los ejes de mi gestión tiene que ver con una perspectiva de género en la elección de contenidos, transversal a todas las Direcciones.

Devenir 111: Gracias Victoria por la entrevista…!

Entrevistadores: Miguel Angel Rodríguez, psicoanalista, escritor. Luis Alberto Zavatto, psicoanalista, escritor.

Fotografías: Julián Romero, fotógrafo, músico.

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