Y Baudelaire dijo:
«Se puede estar
varios días sin comer
pero sin poesía
ni uno solo».
Así vivo desde entonces
con esta hambre descomunal
de poesía
de mi vida
de mí
cada uno de los ratitos importa
cada uno de mis momentos
¿no lo ves?
aunque no se note
(o quizás sí:
eso podría ser un problema)
me alimento de gestos chiquitos
problemáticos
me chupo los dedos a veces
en una confesión involuntaria
que resguardo según el caso
según la ocasión
la información vale
incluso la más abstracta
confusa
cuenta
aunque prefiero
el intercambio que se inicia
desde abajo al esternón
(¿se enojaban si decía concha?)
me alimento de
el tuétano que cargo
mis silencios mis ancestros
lo que no puedo devorar
fagocitar
esa proteína animal que lentifica
mi proceso digestivo
cada uno de los pasos
que me alejan de mi nombre
¿no lo ves?
hay una reserva que guardo
que conservo
en el fondo de mi última alacena
mis últimas reservas
esas que no se tocan
y que no pienso volver a entregar
nunca
Virginia Janza, escritora. Ediciones y talleres literarios. Contacto: @virginiajanza FB: /virginiajanza